
NACIONAL
Esto supuso un hecho inédito para la unidad
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y para los helicópteros del Ejército de
Tierra, ya que eran los primeros capacitados
para operar en buques “tipo 3”, de
menores dimensiones, lo que hace la maniobra
más compleja.
«Al realizar la fase de calificación en estos,
ya puedes operar en otros de mayor tamaño
», expone el teniente coronel.
La colaboración con la Armada, una vez
iniciada, se mantuvo para cumplir con las
exigencias requeridas para el mantenimiento
de la calificación. De este modo,
el 23 de octubre, 6 pilotos —de ellos, 2 lo
hacían por primera vez—, realizaron 32
tomas en el BAM “Tornado”.
En esta ocasión, las condiciones meteorológicas
dificultaron la operación y la tripulación
tuvo que hacer frente a la marejada
y a los fuertes vientos. Los pilotos lograron,
sin embargo, resolver la situación y
mejorar el nivel de instrucción.
Poco después, el 16 de noviembre, afrontaron
el reto de operar en el BAM “Rayo”,
dentro de un ejercicio tipo batallón, en
una ambientación táctica en Fuerteventura.
Además, de las 18 tomas realizadas y
sus despegues, permanecieron en vuelo
5 helicópteros al mismo tiempo, escalonando
la entrada al buque.
Esta fue la última colaboración antes de
la pandemia. Sin embargo, ahora que las
circunstancias han cambiado, se mantienen
en el compromiso de continuar realizando
ejercicios con la Armada.
La misión no atañe solamente a los pilotos,
también a los mecánicos y operadores
de a bordo, que tienen un papel
fundamental en barcos con cubierta de
vuelo. Por ello, la integración entre todos
ellos es fundamental.
Además, el BHELMA VI tiene capacidad
para planear, organizar y ejecutar operaciones
de combate en apoyo a las unidades
del Mando de Canarias. Este reto
que ha emprendido otorga a los pilotos
la posibilidad de seguir surcando los
mares, con la seguridad de que debajo
cuentan con un importante aliado para
cumplir la misión.