250 ANIVERSARIO DEL CUERPO DE INGENIEROS DE LA ARMADA
society, donde bien pronto fue elegido fellow, es decir, socio. Por otro lado,
con la falsa identidad de Mr. Josues, contactó con constructores navales a los
que les ofreció trabajo en España, con unas condiciones económicas muy
atractivas.
Fue muy numeroso el personal especializado que aceptó la oferta: en total
unos 80. Inicialmente vinieron sin sus mujeres, pero al fin, como los maridos
escribieron con buenas noticias y satisfechos del sueldo y trato que se les
dispensaba, estas decidieron viajar a España. Precisamente fue la esposa de un
constructor quien desveló la trama, pero Jorge Juan logró burlar a sus perseguidores
y salir de Londres disfrazado de marinero a bordo de un buque vizcaíno.
tan pronto como los ingleses contratados fueron llegando a sus destinos en
España —Richard Rooth a Ferrol, Eduard bryant a Cartagena, David Howel a
Guarnizo, Almond Hill y Matew Mullan a Cádiz (aunque este último después
pasó a La Habana)— se iniciaron las construcciones de acuerdo con las
normas que habían seguido en Inglaterra. Fueron los llamados navíos experimentales.
En Ferrol, Rooth fue el primero que propuso modificar las normas de
Gaztañeta. Para ello, y con el fin de aumentar la velocidad, propuso variar la
relación manga-quilla. Pero al aumentar la eslora el resultado fue que tanto el
navío Asia como el Fernando sufrieron quebranto, por lo que se ordenó parar
la construcción de los otros dos previstos.
En Cartagena, bryant tenía el encargo de seis navíos experimentales, pero
debido a los problemas de los ferrolanos solo se hicieron cuatro. Para solucionar
tales problemas, Jorge Juan convocó a los constructores en Madrid en
1752. Durante los nueve meses que duraron las reuniones, se diseñaron y
trazaron nuevos planos para cada clase de navíos y demás buques de todos los
portes. también para economía de los montes en las cortas de madera se
confeccionaron cuadernos sueltos para cada tipo de buque, señalando en ellos
separadamente todas las piezas, con la figura y dimensiones de cada una de
ellas. El fruto fue la redacción del Nuevo método de construcción naval, que
dio origen al impropiamente llamado «sistema inglés», pues en él Jorge Juan
aplicó por primera vez sus profundos conocimientos de mecánica, teoría del
buque y cálculo infinitesimal que luego publicaría en el Examen Marítimo.
Los buques diseñados por este sistema fueron considerados como sólidos,
marineros y veloces.
El «apostolado»
Entre mayo y septiembre de 1752, en las doce gradas construidas con
buena mampostería y cantería en el astillero de Esteiro del Arsenal de Ferrol,
se pusieron las quillas de otros tantos navíos de línea, a los que bien pronto se
les denominó con el mote del «apostolado». Para ello llegaron a la capital
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