250 ANIVERSARIO DEL CUERPO DE INGENIEROS DE LA ARMADA
servicios esporádicos extraoficiales como ingeniero. En 1842, elaboró para el
capitán general del Departamento de Cádiz un informe técnico sobre la fragata
inglesa Vernon, de 50 cañones, fondeada en la bahía de Cádiz, un buque
moderno de los que la Armada carecía. sugería que este buque, equipado
con armamento monocalibre, podía combatir con ventaja con un navío de 74 con
armamento antiguo, a pesar de ser una fragata (3). su hermano vicente alcanzó
el grado de coronel de Infantería de Marina; como experto artillero, en 1843
fue nombrado comandante del Cuerpo de Artillería de Marina.
Otros se ganaron bien la vida en otros ministerios, donde sus conocimientos
fueron valorados y bien pagados. tal era el prestigio del extinto Cuerpo.
Carlos María Abajo (1805), por ejemplo, se empleó como alto funcionario en
el Ministerio de Fomento. Cuando el ministro vázquez de Figueroa intentó
recuperarlo en 1834 para restablecer el Cuerpo, se encontró con su negativa.
tenía un cargo seguro y bien remunerado con el que podía ganarse la vida. no
podía permitirse volver a la precariedad de la Armada del momento. En su
nuevo puesto cobraba un sueldo que la Armada, con su mísero presupuesto,
no podía pagar (4).
un tercer grupo se dedicó al sector privado. Manuel Ciarán (1798) montó
un astillero en La Graña en 1833, muy cerca del Arsenal de Ferrol. Allí medró
con el negocio de reparaciones y la construcción de algunos buques que vendió
a la Armada (5). también contrató la construcción de tres fragatas —Cristina,
Isabel Segunda y Cortes— en el Arsenal de Ferrol, al modo de los viejos asentistas
del siglo XvII. La Armada aportó las gradas y el recinto, y Ciarán sus
empleados, los materiales y los conocimientos. no olvidemos que hasta mediados
de la década de 1840 los arsenales estaban prácticamente yermos y el
único con diques operativos era el de Cádiz. no había pertrechos porque no se
podían pagar, y el magnífico plantel de carpinteros de ribera y otros operarios
cualificados que les había dado vida en otros tiempos casi había desaparecido
cuando se vieron obligados a emigrar a otras actividades o a otras latitudes
para poder ganarse la vida. Ciarán asesoró de forma no oficial a vázquez de
Figueroa, recomendándole, entre otras cosas, el armamento monocalibre, una
reciente innovación francesa, para los tres navíos que quedaban y las fragatas
en construcción (6). Pero el ministro tenía las manos atadas por la falta de
presupuesto. Mientras durase la Guerra Civil no había dinero ni siquiera para
comprar cañones y mucho menos para emprender nuevas construcciones.
(3) Archivo General de Marina álvaro de bazán (AGMAb), 3900, José Morales de los
Ríos, capitán general del Departamento de Cádiz, al ministro de Marina, 24-3-1842.
(4) Museo naval de Madrid (MnM), Colección vázquez de Figueroa, tercer Ministerio,
tomo 17, fols. 133-134.
(5) MOntERO Y ARÓstEGuI, José: Historia y descripción de la ciudad y departamento
naval de Ferrol. Madrid, beltrán y viñas, 1859, pp. 609-610.
(6) MnM, Colección vázquez de Figueroa, tercer Ministerio, vol. 19, fol. 86.
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