250 ANIVERSARIO DEL CUERPO DE INGENIEROS DE LA ARMADA
instituciones de similar rango científico, designándolos para la «comisión»
específica, en todo caso apreciando sus conocimientos. Estos protoingenieros
acometieron el diseño y la construcción de los cuatro arsenales de Marina y de
sus apoyos externos; es necesario anticipar que muchos de estos se integraron
en el nuevo Cuerpo, tanto en cargos efectivos de sus «plantillas» como en
calidad de «extraordinarios», pero también por sus trabajos, dando cierta
continuidad, por lo menos hasta 1781. Debemos recordar que en aquel tiempo
predominaba la actividad por comisión (trabajos por objetivos) sobre la
pertenencia corporativa; es más, los ingenieros «se consideraban oficiales del
Cuerpo General de la Armada» con posibilidad de pasar a otros «empleos que
no son del servicio de Marina».
Por ello, parece lógico hacer un brevísimo apunte sobre las infraestructuras
portuarias más representativas y anteriores a 1770, que fueron las mayores
obras realizadas para el apoyo logístico de los buques y base de las
posteriores, cuando realmente se consolidó la función corporativa con la
nueva Ordenanza de Arsenales (1776) y sus responsabilidades en
«construcciones, carenas y recorridas de navíos, arboladuras, composición de
diques y demás obradores del Arsenal y todas las fábricas… como la
construcción de edificios hidráulicos y terrestres».
En las primeras ingenierías desarrolladas en los nuevos arsenales de los
puertos de Cádiz, Cartagena y Ferrol, entre 1730 y 1745, se aprecia el ingenio,
valga la redundancia, que contienen sus proyectos generales, entonces
elaborados conjuntamente por miembros del Cuerpo General de la Armada e
Ingenieros del Ejército, que ya disponían de una Real Ordenanza (1718) «en
lo que importa a la limpia de puertos y fábricas de muelles»; entonces las
obras casi se limitaban a esta preparación de las riberas con sus diques y
muelles. Destacamos la aportación de algunos de ellos: José barnola, en
Puente zuazo y La Carraca (Cádiz), con las dificultades de su costa
pantanosa; Alejandro Retz y sebastián Ferrigán, en Cartagena, tratando
también de modificar los encenagados terrenos de El Almarjal y mar de
Mandarache; José Reynaldo, Juan de la Ferriere y Juan vergel, en La Graña,
en el escaso ámbito costero que motivó el cambio a Ferrol.
A partir de 1750 se encargó a Jorge Juan y santacilia el «proyecto y dirección
de los Arsenales y sus obras asociadas a los ingenieros y constructores» (nótese la
diferenciación que se hacía entre proyectos y ejecución de las obras, aunque no
estaban bien delimitadas las competencias). En aquel momento se hacía un
gran esfuerzo en los diseños y su ejecución material.
En La Carraca ya se realizaban la mayoría de los proyectos particulares y
las construcciones previstas por Jorge Juan, J. barnola y Cipriano Autrán, con
la excepción de los diques de carenar, que tenían ciertas dificultades en la
fabricación de su estructura.
En Cartagena se adjudicaron prácticamente todos los proyectos y
construcciones a s. Ferrigán y Mateo vodopich, de los que resaltamos el valor
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