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Otras actividades en curso son las
pruebas que se solicitan desde la
JIMALE y se realizan en el INTA para
determinar la permeabilidad frente
a virus de determinados tejidos
o EPI fabricados con los mismos.
Cabe destacar el tejido TYVEK (especial
para la fabricación de vestuario
de protección frente a agentes
infecciosos) procedente del Centro
de Coordinación de Respuesta ante
Desastres de la OTAN, en Luxemburgo,
para, en su caso, encargar a una
compañía española la fabricación de
monos protectores.
También se han analizado en la
JIMALE pantallas de protección facial
que varios OLC, así como la AALOG
41, han fabricado por impresión 3D
(fabricación aditiva). Estas pantallas
están diseñadas como barrera física
para la protección de ojos, nariz
y boca ante proyecciones de gotitas,
pero están abiertas, por lo que como
protección frente a la COVID-19 deben
utilizarse junto a otros elementos
de protección (mascarilla).
INSTALACIÓN DE EQUIPOS
UV-C EN ROBOTS EOD
Entre los apoyos que el Ejército de
Tierra está prestando a la sociedad
en su lucha contra la COVID-19,
el virus SARS-CoV-2, destaca especialmente
la colaboración en la
desinfección de residencias de ancianos,
hospitales, estaciones, aeropuertos
y zonas con elevada concurrencia
y circulación de personas.
A través de los medios de comunicación
se han recibido innumerables
muestras de agradecimiento y apoyo
por la labor desarrollada y, en no
pocas ocasiones, se ha podido ver a
nuestros soldados rociar con soluciones
germicidas las superficies de
contacto y limpiar concienzudamente
las zonas más habituales donde
este virus puede encontrarse. Estas
tareas de desinfección manual en
zonas con alta carga vírica no están
exentas de riesgo de contagio para
el personal que las lleva a cabo. Además,
para garantizar la completa y
efectiva eliminación de los virus es
necesario realizar un trabajo minucioso
y sistemático que requiere un
elevado número de personas y considerable
tiempo.
Sin embargo, existen otros medios
de lucha contra virus y bacterias
basados en el empleo de la
radiación ultravioleta de onda corta
(UV-C) que, al incidir sobre los
virus activos, provoca la rotura de
sus cadenas de ARN, con lo cual
desactiva y elimina rápidamente
su potencial patogénico. Aunque
existen distintas soluciones
comerciales para desinfección de
estancias y áreas confinadas (quirófanos,
habitaciones, UCI), son
muy pocas las que permiten el accionamiento
a distancia junto con
el empleo de elevadas potencias
de radiación UV-C. Además, debido
a la situación de alta demanda
provocada por la crisis actual en el
ámbito mundial, las escasas soluciones
comerciales desarrolladas
no están disponibles en el mercado
y sus precios son muy elevados.
El empleo de estos medios, dotados
de accionamiento a distancia,
permitiría reducir el riesgo de
contagio, así como el personal y
el tiempo necesario para la desinfección
de determinadas áreas
con elevada carga vírica. Para su
desarrollo han seguido las fases
habituales del ciclo de vida utilizadas
en ingeniería de sistemas:
conceptual, de diseño, prototipado,
verificación, validación y prueba
operativa, entrada en servicio y
fabricación en serie.
Mascarillas KN95
El empleo de
equipos UV-C,
dotados de
accionamiento
a distancia, permitiría
reducir
el riesgo de contagio,
así como
el personal y el
tiempo necesario
para la desinfección
de determinadas
áreas con
elevada carga
vírica