CARTA DEL DIRECTOR
diversas facetas de los citados objetivos. Como colofón de la X Semana Naval, el pasado 26
de septiembre se celebró un solemne izado de Bandera en la plaza de los Descubrimientos
de Madrid.
En el plano orgánico, reseñamos la reciente publicación de dos normas de especial interés
para la Armada. Una es la Instrucción 41/2020, de 8 de julio, del almirante jefe de Estado
Mayor de la Armada, cuyo objeto es «establecer los fundamentos de un nuevo modelo de
gestión de la organización de la Armada y actualizar sus principios orgánicos, para apoyar y
facilitar el desarrollo y funcionamiento de una organización centrada en el conocimiento,
resultante de la transformación digital». El documento señala como objetivo permanente de
la organización en la Armada «contribuir a la defensa de España y de sus aliados y a la
protección de los españoles y de sus legítimos intereses en y desde la mar, allá donde sea
necesario». Por otra parte, la Orden DEF/707/2020, de 27 de julio, aprueba y desarrolla la
organización básica de la Armada de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto 521/2020,
de 19 de mayo, por el que se establece la organización básica de las Fuerzas Armadas, en
consonancia con los criterios fijados en la Orden Ministerial 26/2020, de 11 de junio, por
la que se constituyen los principios básicos comunes de la organización de las Fuerzas
Armadas.
En el presente número contamos con tres artículos de tema general. El primero analiza la
identidad histórica de la Armada a través de nuestra publicación, considerando para ello el
período comprendido entre su fundación en 1877 y el año 1936; el segundo nos habla del
estrepitoso y silenciado fracaso de la Contra Armada inglesa en 1589, mientras que el tercero
describe en detalle la articulación de la asistencia médica en la Primera Guerra de África
(1859-1860).
En relación a los temas profesionales, figuran siete artículos. Uno expone en detalle la
relevancia estratégica de la capacidad que representa la aviación de ala fija embarcada y su
decisiva importancia para la Armada, destacando que la única opción para sustituir al Harrier
AV-8B Plus —en el último tercio de su vida operativa— es el F-35B, único avión de nueva
generación de despegue corto y toma vertical; en un segundo texto, su autor reflexiona sobre
el futuro de las operaciones anfibias, tanto en el marco de la Alianza Atlántica como en el
nacional; el tercero detalla el pasado y la situación actual del Centro de Programas Tácticos
(CPT) al cumplirse diez años de su reubicación en la actual Base Naval de La Carraca; el
cuarto presenta un asunto técnico centrado en el camino hacia una nueva redefinición del
segundo que tendrá lugar en los próximos años y que contará con la contribución científica
del Real Instituto y Observatorio de la Armada; el quinto aborda los cambios que está experimentando
el concepto del mantenimiento en la Armada debidos a la innovación tecnológica
y a la necesidad de adaptarse a los desafíos y oportunidades que supone la profunda transformación
digital que estamos viviendo; el sexto resalta la importancia de la información
medioambiental y la necesidad de impulsar el denominado apoyo GEOMETOC en el ámbito
de las operaciones navales; por otra parte, el séptimo refiere, mediante el figurado proceso de
«tira-soga de personal», la realidad actual del complejo equilibrio que es necesario mantener
entre la estructura de la Armada y la estructura ajena, presentando algunas posibles líneas de
acción para alcanzar una situación apropiada para satisfacer las necesidades de ambas estructuras
.E
speramos que esta oferta de artículos, completada con las tradicionales secciones de
nuestra REVISTA, merezca la aprobación de nuestros lectores.
Con un fuerte y respetuoso abrazo, quedo a disposición de todos.
Francisco Javier AYUELA AZCÁRATE
(Reserva)
480 Octubre