NACIONAL
El 12 de abril de 1945 veía la luz la organización
de la Escuela Militar de
Montaña, antecedente de la actual
Escuela Militar de Montaña y Operaciones
Especiales (EMMOE), ubicada en Jaca
(Huesca). En aquel momento, el objetivo
era unificar las enseñanzas de montaña
existentes, desarrolladas de manera muy
precaria. Desde entonces y hasta la actualidad,
la EMMOE no ha dejado de evolucionar
hasta convertirse en un centro docente
militar de referencia y de reconocido prestigio,
tanto nacional como internacional, en
el que se han diplomado más de 4.000 militares
de 18 países diferentes, y que este
año celebra un cumpleaños muy especial.
La razón de ser de esta escuela reside,
precisamente, en sus dos departamentos:
Montaña y Operaciones Especiales.
A través de ellos, se estructuran los diversos
cursos que se imparten y que han
convertido a la EMMOE en una “formadora
de formadores” de referencia. En
este sentido, la última incorporación a su
oferta docente ha sido el Curso Básico de
Montaña, destinado a tropa procedente
de unidades de montaña. Precisamente,
una de las variaciones que se han producido
en los últimos años es que los cursos
ofertados ya no se ciñen exclusivamente
a los cuadros de mando.
Los cambios que se han vivido a lo largo
de estos tres cuartos de siglo de historia
han sido muchos, pero hay algo que se
ha mantenido: hablar de instrucción en
montaña o en operaciones especiales es
hablar de excelencia. «Tanto en el caso
de los cursos de operaciones especiales
como en los de montaña, la dureza física
es grande. Pero, además, en los primeros
hay una carga psicológica importante,
mientras que en los segundos es mayor
la necesidad de dominio de aspectos técnicos
», apunta el suboficial mayor Moliné,
destinado en el centro. Una exigencia que
llevó a reformular la selección del personal
que va a formar parte de algunos cursos,
como es el caso del de Aptitud Básica de
Operaciones Especiales dirigido a tropa.
Impartido por el Mando de Operaciones
Especiales, bajo la dirección técnica de la
Sus cursos, de gran dureza
física, psicológica
y técnica, son reconocidos
dentro y fuera del país
EMMOE, su duración se ha incrementado
hasta las 1.000 horas y sus participantes
deben haber superado una serie de pruebas
físicas, médicas, psicológicas y de decisión,
pues la clave es que «quien dude si
realmente ese es su camino, se dé cuenta
antes de comenzar».
Para adaptarse a las necesidades técnicas
que desarrollan los profesionales de
la montaña, la actualización de los materiales
ha sido una constante: botas de
Gore-Tex, raquetas de nieve de plástico
con un sistema de sujeción semiautomático
o cuerdas de escalada de poliamida
29