lejano está fechado en una R.O. de 3 de agosto
de 1731, al ordenar el virrey capitán general de
Nueva España que el recién creado batallón de
Barlovento lo tuviera por patrón mientras estuviera
en España – siendo su patrona en el virreinato
la Virgen de Guadalupe – y se celebrase su
festividad el 16 de mayo.
Años después, el 24 de mayo de 1758, el
Capitán general de la Armada, don Juan José
Navarro, marqués de la Victoria, comunica al
Secretario de Marina que dicho patronazgo
se ha transmitido al “Cuerpo de Batallones de
Marina” y celebrado la festividad de San Juan
Nepomuceno “con la más plausible solemnidad
y ostentación, cooperando a ésta el haber
quemado la víspera vistosos artifi ciales fuegos, y
dispuesta una muy numerosa orquesta, en que
concurrieron los más hábiles instrumentos de este
pueblo, con cuya asistencia a los ofi cios en ese
día, y la de cuantas personas visibles hay en él,
ha acreditado el referido Cuerpo su esmero y
fervorosa devoción al enunciado santo”.
Posteriormente, una real orden, de 18 de marzo
de 1878, dispone la confi rmación de San Juan
Nepomuceno como patrono de la Infantería de
Marina, a instancias del inspector general del
Cuerpo, mariscal de campo Montero y Subiela.
En virtud de la misma, S.M. el rey transmitió a los
mandos jurisdiccionales su soberana voluntad
“que el día 16 de mayo, en que se celebra
constantemente la festividad del Santo Patrono
San Juan Nepomuceno, lo sea de gala para
cuantos pertenecen al Cuerpo de Infantería
de Marina, celebrándose una función religiosa,
según permitan los fondos de entretenimiento
general de los Regimientos, Batallones sueltos
Apostaderos; costeándose por los mismos la
efi gie del Santo o retrato en pintura que ha de
existir en la capilla de los cuarte¬les donde alojan
de ordinario las tropas de la Armada, de que se
trata”.
20 Armas y Cuerpos Nº extraordinario 2020 ISSN 2445-0359