EL SISTEMA DE DEFENSAS DE PUERTO RICO EN LA… 117
una plaza inexpugnable. Comenzó fortificándose el lado oeste de la misma
por considerar que era el terreno más vulnerable, mediante la construcción
de una cortina erigida entre la caleta de San Juan y la fortaleza de Santa
Catalina, en cuyo punto central se abrió la puerta de San Juan11. Una vez
concluido el primer lienzo se descartó la posibilidad de construir alguna
obra defensiva en el lado norte de la ciudad, puesto que sus características
orográficas, su costa escarpada y la abundancia de arrecifes dificultaban la
llegada de posibles navíos enemigos en este sector. De manera paralela a
la construcción del recinto amurallado, en el lado oriental de la ciudad se
construyó el fuerte de San Cristóbal, un pequeño reducto realizado en mampostería
con parapetos a barbeta levantado sobre un promontorio situado a
unos 50 metros sobre el nivel del mar, cuya finalidad era defender la ciudad
de posibles ataques por el frente de tierra. A mediados de junio de 1635 Iñigo
de la Mota Sarmiento12, sucesor del gobernador y capitán general de la
isla Enrique Enríquez de Sotomayor, continuó amurallando el lado oriental
de la capital situado entre la fortaleza de Santa Catalina, el reducto de San
Cristóbal y el baluarte de Santiago, en cuyo punto central abrió la puerta
del mismo nombre y después mandó construir una cortina abastionada en
el lado sur.
El recinto amurallado de la plaza aparece representado por primera
vez en un plano realizado por el ingeniero Luis Venegas Ossorio, fechado
el 3 de diciembre de 167813. Esta fuente gráfica fue enviada a la Península
11 El recinto amurallado se dotó de tres puertas de acceso situadas en puntos estratégicos
de la ciudad. Todas ellas fueron decoradas con pinturas o esculturas del santo al que
estaban dedicadas e inscripciones de alabanza en latín procedentes del Antiguo Testamento
y capillas construidas en la parte superior de las mismas, en las que se realizaron
misas el día del santo de su advocación. Su defensa se reforzó mediante la colocación de
segundas puertas interiores, un rastrillo de doble estacada exterior y estuvieron vigiladas
por varios centinelas. Las puertas de San Justo y Pastor y Santiago fueron derribadas
en 1897, momento en el que se demolieron las cortinas del lado este y sur de la ciudad.
HOSTOS, Adolfo de: Ciudad Murada (1521-1898). Editorial Lex, La Habana, 1948,
pág. 80-83 y VIVAS MALDONADO, José Luis: Historia de Puerto Rico. Anaya, Nueva
York, 1974, pág. 151.
12 Durante sus cinco años de gobierno reparó el castillo de San Felipe del Morro, reconstruyó
el crucero de la catedral de San Juan, construyó parte de la primitiva iglesia de
Santo Tomás, actual iglesia de San José, realizó nuevas obras de mejora y ampliación
en el reducto de San Cristóbal y reconstruyó la fortaleza de Santa Catalina, cuya fábrica
quedó prácticamente arruinada durante el ataque holandés protagonizado por Balduino
Enrico. DELGADO MERCADO, Osiris: Op.cit.
13 Trabajó en Extremadura desde 1651, fue nombrado teniente del castillo de Badajoz y
capitán de un tercio de infantería de las milicias de aquella provincia. En 1656 dirigió
la construcción del castillo de San Felipe de Barajas en Cartagena de Indias; en 1667
solicitó el título de ingeniero mayor de la frontera de Extremadura, aunque no recibió
dicho ascenso hasta una década más tarde, concretamente el 8 de febrero de 1677, tras
el fallecimiento del capitán de caballería Manuel de Acuña. Un año después regresó a
Revista de Historia Militar, 128 (2020), pp. 117-150. ISSN: 0482-5748