ENSEÑANZA MILITAR SUPERIOR: LA REFORMA DE 1973 191
Revista de Historia Militar, 128 (2020), pp. 191-198. ISSN: 0482-5748
Conclusiones
El éxito o fracaso de una determinada medida no puede medirse más
que en función de sus resultados y para valorarlos se necesita tiempo y método.
En su conocida intervención ante el CESEDEN del 15 de diciembre
de 1971 el General Gutiérrez Mellado había criticado que en muchos organismos
se continuara resolviendo problemas de gran envergadura con la célebre
frase “yo creo”. En su opinión, “debe hacerse un análisis, debe hacerse
un estudio, y (...) luego el «manager» o el General será quien dé la solución
última”95. Sin embargo, cuando se toma la decisión de cancelar el Plan 1973
faltaba aún un año para que se graduara la primera de las promociones que
lo habían cursado (la XXXIII) y tres para que lo hiciera la primera que lo había
seguido en su integridad según el programa publicado en Diario Oficial
(la XXXV). No se puede, por tanto, hablar de fracaso del Plan 1973, ya que
no hubo tiempo suficiente para evaluar sus resultados96.
En cualquier caso, la cancelación anticipada del Plan evidencia que
para la cúpula militar de entonces los problemas que estaba generando su
puesta en marcha no se veían compensados por las ventajas que de él podían
derivarse. Solo en este sentido puede hablarse con propiedad de “fracaso del
Plan”, un fracaso que las elites militares de finales de los años setenta y gran
parte de la oficialidad del ejército consideraron evidente, pero que existió
más en el terreno de las percepciones que en el de las realidades.
Algo, o mucho, funcionó mal. En la concepción del plan, en su desarrollo
o en su puesta en práctica. Los proyectos exitosos necesitan de unos
objetivos, unos medios y una “hoja de ruta” claramente definidos y, por
diversos motivos, nada de eso existió en el caso del Plan 1973, que fue preparado
por un equipo en unas circunstancias y ejecutado por otro equipo distinto
en unas circunstancias completamente diferentes de las previstas. Entre
esas circunstancias, una de las más importantes fue que el General Olivares,
principal impulsor de la reforma, ascendiera a teniente general y dejara la
Dirección General de Instrucción y Enseñanza en noviembre de 1973, antes
95 GUTIÉRREZ MELLADO, Manuel: Proyecto de potenciación de las Fuerzas Armadas.
Transcripción de la conferencia impartida el 15 de diciembre de 1971 en la Escuela de
Altos Estudios Militares (ALEMI) del CESEDEN, p. 9.
96 El General Gan Pampols, entonces Director de la Academia General Militar, declaraba
en 2012 al ponerse en marcha el actual Plan de Estudios: “No creo conveniente, a priori,
hacer juicios de valor acerca de la mejor o peor preparación en determinados ámbitos de
la formación, al menos, hasta que el ‘producto final’ haya sido convenientemente validado
en las Unidades de destino; estamos hablando de unos 7 años a partir de hoy”. Ver
ATENEA DIGITAL: “General Francisco Gan: ‘Tenemos que esperar 7 años para evaluar
la formación de los nuevos oficiales”. 2011. Atenea Digital, octubre de 2012. https://
www.onemagazine.es/imprimir-noticia.asp?noti=3124 (acceso: 14.09.2018).