Munayco-Sánchez A., et al.
rrea). Encontraron que las comorbilidades más prevalentes fue-ron
enfermedad cardíaca crónica (29%), diabetes no complicada
(19%), enfermedad pulmonar obstructiva crónica no asmática
(19%) y asma (14%), y el 47% no presentaba comorbilidad do-cumentada2.
La brusca aparición de la COVID-19, sin evidencia posible
sobre su tratamiento, ha implicado que éste sea a base de las re-ferencias
a ensayos clínicos y protocolos basados en la actividad
invitro, con experiencia clínica limitada4: Antimicrobianos con
actividad potencial contra el SARS-CoV-2: Remdesivir, Cloro-quina,
Hidroxicloroquina, Lopinavir, Ritonavir, Favipiravir, y
Terapia de apoyo: Anticoagulación, Azitromicina, Corticoeste-roides/
Broncodilatadores, Antagonistas de interleucina-1 y 6.
En España la semana del 28 de febrero se habían notificado
31 casos, de los cuales 5 pertenecían a la Comunidad de Madrid,
alcanzándose los 245.000 contagios el 18 de junio de 20205.
Se fue mostrando que el sistema sanitario español debía estar
preparado para la asistencia a un número de pacientes que, aun a
pesar de ser indeterminado, por los datos extrapolados de la epide-mia
en China e Italia, iba a suponer toda una prueba de estrés para
su capacidad asistencial. Por ello, las sociedades científicas SEMI-CYUC
(Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Co-ronarias)
y SEEIUC (Sociedad Española de Enfermería Intensiva
y Unidades Coronarias) realizaron una previsión asistencial para
la pandemia de COVID-19 y elaboraron un plan de contingencia
en la que se estimó que el número de camas de UCI necesarias se-rían
de 9.000 camas en los momentos de mayor demanda6.
La realidad, según EUROSTAT (Oficina Europea de Esta-dística),
en España a finales del 2019 estimó que disponía 297,3
camas/100.000 habitantes, donde la Comunidad de Madrid es-taba
ligeramente por debajo (277 camas/100.00 habitantes)7. Se-gún
fuentes del Ministerio de Sanidad, se habían habilitado en
España 4.000 camas de UCI, cifra muy lejana aún de las necesa-rias
según se recogía en la previsión del informe de SEMICYUC.
Con estos datos se hizo necesario aumentar las camas de
hospitalización y de UCI en la Comunidad de Madrid para la
atención específica de la pandemia por COVID-19, y se decidió
desplegar el Hospital de Campaña de IFEMA.
148 Sanid. mil. 2020; 76 (3)
De acuerdo con las instrucciones emitidas por la Ministra de
Defensa, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa encomendó al
Comandante del Mando de Operaciones, llevar a cabo el planea-miento
y conducción de la Operación Balmis, para contribuir a
preservar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos en los su-puestos
de grave riesgo y calamidad u otras necesidades públicas,
al amparo de lo establecido en el Real Decreto 463/2020, de 14 de
marzo, por el que se decretaba el Estado de Alarma, y garantizar
la prestación de todos los servicios, ordinarios o extraordinarios,
en orden a la protección de personas, bienes y lugares.
En dicha operación, el Comandante del Mando de Operacio-nes
ejerció la conducción de las actividades desarrolladas por las
capacidades transferidas desde los Ejércitos, Armada y Unidad
Militar de Emergencias (UME); además de la dirección opera-tiva
de las actividades de la Inspección General de Sanidad de
la Defensa (IGESANDEF). El Ejército del Aire, a través de su
Mando Componente Aéreo (JFAC), ofreció entre otras las capa-cidades
de sus tres Unidades Sanitarias Operativas: UMAAD de
Madrid y de Zaragoza, y la Unidad Médica de Aeroevacuación
(UMAER)8.
El día 24 de marzo, a solicitud de la Consejería de Sanidad
de la Comunidad de Madrid y aprobado por el Ministerio de
Sanidad, se activó a la UMAAD Madrid dentro de la opera-ción
«Balmis» para el despliegue de tres puestos SVA (soporte
vital avanzado) y tres puestos UCI, incluyendo: electromedicina,
material sanitario y mobiliario, camas y equipo de radiografía y
ecografía portátil. Esto supuso la incorporación de los primeros
puestos de UCI para el Hospital de IFEMA, quedando finaliza-do
el despliegue la tarde del 26 de marzo. Ese mismo día se ac-tivó
también a la unidad (UMAAD Madrid) para la entrega de
material (2 torres de anestesia, 1 puesto de UCI y otro de SVA)
así como para desplegar, activar y operar una planta generadora
de oxígeno. Todo en apoyo al Hospital Central de la Defensa
Gómez Ulla (HCD).
El día 2 de abril ingresó en la UCI del Hospital de IFEMA
el primer paciente. Para entonces el personal médico, enfermero
y tropa sanitaria de la UMAAD Madrid, estaba integrado en el
equipo asistencial, formado por personal de las diferentes insti-tuciones
sanitarias del Ayuntamiento y Comunidad de Madrid,
responsable de la UCI hasta que finalizó la actividad de esta el
día 1 de mayo de 2020. Se constituyó así de pleno la UCI Cívico-
Militar 9.03 (Pabellón 9, módulo 03) del Hospital de IFEMA
para la asistencia a pacientes COVID-19 (Figura 5).
Prácticamente toda la unidad estuvo involucrada en ambos
despliegues, en su puesta en estado operativo y apoyos posterio-res.
De esta manera en IFEMA, 10 miembros de la unidad se
integraron en la plantilla asistencial de la UCI (1 oficial médico
especialista de Medicina de Urgencias y Emergencias, 4 oficiales
enfermeros y 5 sanitarios), y 7 más hicieron servicios para operar
y mantener la planta de oxígeno 24 horas en el HCD. Es impor-tante
destacar la coincidencia de dos despliegues simultáneos, ya
que solamente teniendo previsto el planeamiento y ejecución de
los mismos, se podría conocer la viabilidad de ambos y los tiem-pos
estimados para declarar las capacidades operativas. Esta
preparación consideramos que es clave para poder comprometer
capacidades ante escenarios tan exigentes como este.
Durante una semana, nueve miembros de la unidad estuvie-ron
trabajando con el Jefe de Servicio de la UCI, el supervisor de
Figura 8. Estación de cuidados críticos en UCI de IFEMA. Pa-ciente
en tratamiento con óxido nítrico por síndrome de distress
respiratorio agudo del adulto (SDRA). Fotografía de los autores.