los ejercicios, las preguntas en caso de desconocimiento
o duda, la capacidad para aprender
observando o cualquier otro método de aprendizaje
son claves para perfeccionar el trabajo
diario.
La formación es importante porque el día a
día exige estar preparado. Desde bandera o a
menudo antes, comienza la acción. Empezamos
con formación física y dentro de ella con la preparación
de las diferentes competiciones (patrulla
de tiro, orientación, concurso de patrullas, etc).
Una vez más el compañerismo está presente y el
estado físico del teniente, así como su capacidad
para fomentar la cohesión por medio del deporte
y la auto exigencia deben ser un ejemplo. Asimismo,
para poder alcanzar el máximo rendimiento,
el conocimiento sobre el material y los recursos
de los que se dispone requiere nuestra máxima
atención. La instrucción y el mantenimiento absorben
la mayor parte de la jornada y los resultados
dependen en gran medida de la calidad
y cantidad de los mismos. A veces, a ello debe
sumarse la limitación de tiempo y las diferentes
vicisitudes, algunas totalmente imprevistas, que
surgen a diario.
El resultado de la instrucción diaria queda
plasmado en los diferentes ejercicios que realizamos.
Mis primeras maniobras llegaron al mes y
medio de incorporarme a la unidad. Las recuerdo
de manera especial no solo por ser las primeras
sino también por la responsabilidad que sentía
hacia mi sección. El campo de maniobras de San
Gregorio no es un desconocido para nosotros,
pero la visión del mismo cambia cuando eres el
responsable de tu personal y material. Solamente
la preparación del ejercicio te permite ser consciente
de todo lo que conlleva: listados, personal,
material, horarios, documentación… En este momento
eres consciente de la cantidad de frentes
en los que, de manera simultánea, debes lidiar
y que las academias sólo te muestran. Una vez
más, un poco de orden y método ayudan a salir
airoso.
Cuando comenzaba a sentirme cómodo y
a controlar el trabajo fui nombrado Jefe de la
Sección de Operaciones en la Batería de Plana
Mayor. Posiblemente es el puesto por excelencia
del teniente de artillería de campaña. Al llegar a
la nueva sección pude comprobar que aunque
llevara un año leyendo, estudiando y trabajando
me quedaba mucho por aprender. Ese puesto
me permitió asistir a ponencias, jornadas y ejercicios
de integración de puestos de mando, así
como compartir conocimientos con otros compañeros,
tanto artilleros como de otras armas. En
todo este tiempo he podido constatar que para
ser un buen ofi cial es necesario interactuar con
otras personas y que ello nos enriquece y sin duda
incrementa nuestra capacidad.
En estos dos años y medio como teniente, he
participado en ejercicios, maniobras, continuadas,
pero, sin lugar a dudas, el ejercicio Toro 2019
de la División Castillejos fue el más importante.
Una gran cantidad de unidades se desplazaron a
Zaragoza, lo que supuso la concentración de más
de tres mil efectivos, entre los que se encontraban
un grupo táctico y una batería de la Brigada Pinerolo
de Italia. Fueron varios meses de preparación
y dos semanas de duro trabajo, incluyendo
cuatro días de fuego real, uno de ellos como parte
de un ejercicio en apoyo directo a unidades
de maniobra. Trabajar con otro ejército fue una
gran experiencia, ver los diferentes modos de trabajo,
procedimientos, materiales… y comprobar
Diciembre - 2020 Armas y Cuerpos Nº 145 59