Recepción al cuerpo diplomático acreditado en España en Palacio
Real. El Rey viste chaqué. (Archivo Casa Real).
forme de diario podrá sustituirse por las modalidades
«A» o «B»”, pero afi rma que será “en aquellos
actos sociales o protocolarios ajenos a las Fuerzas
Armadas que exijan vestimenta formal”. No incluye
pues los actos militares, aunque en la práctica
se hace.
6. Atuendo informal o “Smart casual”. Cada
vez más utilizado. Puede ser con o sin chaqueta,
pero en cualquier caso sin corbata. Normalmente
se utilizará de una camisa con cuello, un pantalón
no vaquero y unos zapatos cerrados. Evitaremos,
en cualquier caso, las prendas vaqueras,
las camisetas, los pantalones cortos, y el calzado
deportivo o abierto.
¿Cuándo se debe utilizar cada uno de estos
atuendos? Normalmente, la invitación resolverá
nuestras dudas, porque incluirá la etiqueta o el
término anglosajón “dress-code”. Si no es así, preguntemos.
En las reuniones de trabajo o entrevistas,
se suele acordar previamente una determinada
indumentaria. Para determinados eventos
el atuendo va implícito: A una boda se debe ir de
traje y corbata. A un funeral también, con corbata
preferiblemente negra (gesto con el que nos
unimos al duelo de la familia) o, en su defecto,
oscura. En ningún caso nuestra indumentaria incluirá
colores alegres, como el rojo.
Procuraremos, en general, emplear prendas y
colores discretos, y huir de estridencias. El español
siempre se ha caracterizado por utilizar prendas y
colores sobrios, lejos de las “alegrías cromáticas”
propias de otros países. Para fi nalizar, un apunte
acerca de la policía e higiene personal: De nada
sirve acertar con la indumentaria, si el aspecto es
desaliñado: un aspecto descuidado, un pantalón
arrugado, excesivamente corto o largo, o unos
zapatos sucios causan una mala impresión. El
militar cuidará su aspecto, compostura y policía
personal 5, tanto de uniforme como de paisano.
Correspondencia
Todos los días nos relacionamos con otras personas
no sólo verbalmente, sino también por escrito.
Con la irrupción de las nuevas tecnologías,
los métodos tradicionales de comunicación escrita
(la carta en papel que se hace llegar mediante
correo postal o mensajero, o el telegrama)
son cada vez menos empleados, en benefi cio
de otros soportes, como el correo electrónico o
aplicaciones como Whatsapp. No se puede ir en
contra del signo de los tiempos, el protocolo social,
como todo, evoluciona, pero ello no puede
convertirse en patente de corso para cometer
faltas de ortografía, que transmiten una pésima
imagen del redactor. También han aparecido
los llamados emoticonos, cada vez más empleados
en aras de la agilidad. Desde estas líneas
desaconsejamos su uso para un ámbito formal.
En el ámbito castrense siempre se ha empleado
la correspondencia como parte de las manifestaciones
externas de disciplina y de la cortesía
que todo uniformado debe atesorar. Es corriente,
cuando un militar sale publicado en el Boletín
Ofi cial de la Defensa a un nuevo destino, que se
dirija por escrito al jefe de la unidad, para presentarse
por esa vía hasta que tenga ocasión de
hacerlo en persona. Aunque cambie el soporte,
estas costumbres no deberían perderse.
Tratamientos
El tratamiento, como título de cortesía que se
da en una determinada persona 6, en atención
a su dignidad, autoridad, categoría, empleo o
cargo que ocupa, se emplea sobre todo en el
ámbito institucional, aunque también en un buen
número de profesiones y, por supuesto, en la carrera
de las armas 7. Hoy en día el tratamiento coloquial,
en el ámbito privado, entre personas que
no se conocen está derivando en la ausencia de
normas en este sentido, de tal forma que el tuteo
es lo más corriente a pie de calle, aunque en
ocasiones pueda resultar, más que corriente, vulgar…
Incluso cuando nos dirigimos a alguien que
no es de nuestro entorno cercano utilizamos el
tuteo de forma exagerada, tanto que resulta extravagante
cuando un veinteañero se olvida de
la hispana apócope de vuesa merced al dirigirse
a cualquier persona en la augusta senectud.
Afortunadamente, en el ámbito de las Fuerzas
Armadas estas incorrecciones se suelen mitigar
con la naturalidad con la que nos dirigimos
Diciembre - 2020 Armas y Cuerpos Nº 145 85