La historia de la Aviación:
todo lo que nos une,
en el Aire Julio Serrano Carranza
revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2021
la historia de la Aviación 115
Durante el año 2020, los aviadores
hemos celebrado un hito destacado
de nuestra historia. Conmemoramos
el centenario de la creación de las
bases aéreas más emblemáticas de
la aviación militar española: las bases
aéreas de Tablada, León, Zaragoza
y Getafe, por Real Decreto del año
1920 firmado por S.M. el Rey Alfonso
XIII; así como el de la construcción
de la torre de señales de la base aérea
de Cuatro Vientos,
Las restricciones impuestas por la
COVID-19 han impedido que se lleven
a cabo buena parte de los
actos que habían sido programados
para celebrar tan significativa
efeméride para todos
aquellos, que de una u otra manera,
estamos vinculados con la
aviación militar. A pesar de estas
difíciles circunstancias, y haciendo
gala de una gran dosis de
imaginación, se pudo realizar
alguna de las actividades culturales
previstas, contado con un gran
respaldo de la población, Instituciones,
empresas y otros estamentos
sociales.
Este acontecimiento histórico,
cuan ejercicio aéreo, nos brinda la
oportunidad de hacer un juicio crítico
y reflexionar sobre cómo podríamos
mejorar la noble tarea de
mantener, potenciar y difundir la cultura
aeronáutica militar entre nuestros
conciudadanos. Particularmente
entre los más jóvenes, no solo por
el acervo cultural que conlleva, sino
también por los valores y virtudes
que entraña la vocación de aviador.
SOBREVOLANDO NUESTRA
HISTORIA
Para todas aquellas personas apasionadas
por la historia de la aviación
y de la aeronáutica, pero sobre todo
para las que aún están pendientes
de descubrirla, la celebración de
este centenario ha permitido marcar
un punto de inflexión a la hora de tratar
y considerar la historia dentro de
nuestras unidades.
Este centenario ha puesto al descubierto
los testimonios materiales,
documentales y elementos históricos
y patrimoniales con los que cuenta el
Ejército del Aire. En un afán de comunicación
externa sin precedente,
hemos hecho partícipes de nuestra
celebración a corporaciones locales
y autonómicas, entidades de enseñanza
pública y privada, empresas
y a todos aquellos conciudadanos
interesados por saber más sobre el
apasionante mundo de la aviación;
de dónde venimos, qué hacemos y
hacia dónde volamos.
Se han recordado los hechos y
gestas más significativos llevadas a
cabo por aquellos pioneros e intrépidos
aviadores que superando dificultades,
Coronel (reserva)
del Ejército del Aire
con valor y pericia, fueron
capaces de remontar el vuelo en sus
precarias máquinas voladoras más pesadas
que el aire, en contra del viento,
que es como despegamos los aviadores.
Echando la vista atrás y remontándonos
a los orígenes de la aviación
española, acertamos a ver grandes
momentos de la historia. Así, podríamos
destacar la Semana de Aviación
en la Dehesa de Tablada, como primer
festival aéreo en España (1910), el primer
bombardeo aéreo de la Historia
en la Guerra de África (1913) o el
cruce del Estrecho de Gibraltar
(1914). Recordar a los grandes
científicos, adelantados a su
época, como Emilio Herrera,
militar y piloto con su diseño de
la «escafandra estratosférica»,
hoy conocida como traje espacial;
o la invención del autogiro
por Juan de la Cierva, como
antecesor del actual helicóptero.
O bien mencionar, entre las gestas
aéreas más significativas, los grandes
raids protagonizados por el vuelo del
Plus Ultra (1926), el Jesús del Gran Poder
(1929), el vuelo Sevilla–Bata (1931)
o el vuelo del Cuatro Vientos (1933).
Estoy convencido de que cualquier
ciudadano del mundo, no nacido en
esta brava piel de toro, se sentiría orgulloso
de las hazañas y desarrollos
científicos llevados a cabo por los aviadores
militares españoles en los orígenes
de la aviación.
Sin embargo, y muy a nuestro pesar,
debido a una deficiente cultura aeronáutica
unido a una extraña atrac-