revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2021
140 Mars 2020
EL CRÁTER JEZERO
Después de varios talleres para la
elección del lugar de aterrizaje, el cráter
Jezero fue el sitio elegido como
lugar de aterrizaje para la misión Mars
2020. El 18 de febrero de este año el
rover Perseverance aterrizará en el
cráter Jezero, uno de los lugares más
inexplorados de Marte. Al igual que el
cráter Holden, se cree que Jezero también
estuvo lleno de agua y fue el hogar
del antiguo delta de un río pues,
al parecer, hace más de 3500 millones
de años, los canales de los ríos de alrededor
del cráter se derramaron sobre
la pared de este y crearon un lago.
Tiene un diámetro de 49 km y cuenta
con dos valles de entrada; por tanto,
su lecho es rico en sedimentos lacustres
arcillosos, lo que hace posible que
pueda haber existido vida microbiana
en Jezero durante uno o más de estos
tiempos húmedos, ya que las moléculas
orgánicas se pueden conservar
muy bien en los deltas de los ríos y en
los sedimentos de los lagos. Si fue así,
Perseverance encontrará signos de los
restos de vida en el lecho del lago o en
los sedimentos de la costa.
Sin embargo, a pesar de su atractivo
«astrobiológico», Jezero también
es un desafío para el aterrizaje.
Además del
delta que Perseverance
va a
estudiar y otros
cráteres de impacto
cerca
de la elipse de
aterrizaje, Jezero contiene varias depresiones
llenas de dunas, acantilados
hacia el oeste y numerosas rocas
hacia el este que podrían poner en
peligro el aterrizaje. Sin embargo,
gracias a los nuevos y refinados sistemas
de aterrizaje, y a una nueva capacidad
llamada navegación relativa
del terreno (TRN) que facilitará la etapa
del descenso con un sistema de
grúa propulsado por ocho cohetes,
Perseverance tocará la superficie de
forma suave, dentro de la elipse de
aterrizaje.
CONCLUSIÓN
La misión Mars 2020 tiene el potencial
de ser una de las misiones
más importantes de la historia de
la exploración marciana, especialmente
porque puede ser la primera
misión que traiga muestras
de vuelta a la Tierra. Sin embargo,
hasta entonces, la solución es hacer
comparaciones con análogos
de Marte, lugares que se parecen
mucho a Marte de alguna manera u
otra. Sabemos que las condiciones
marcianas no se pueden reproducir
aquí en la Tierra, porque son exclusivamente
marcianas. Sin embargo,
considerando la escala del sistema
solar, e incluso de la Vía Láctea, Marte
casi fue creado para ser nuestro
futuro hogar. Y aunque Marte no
tenga hoy las condiciones adecuadas
para que nosotros, los humanos,
pudiésemos vivir allí, misiones
como la Mars 2020 nos van a allanar
el camino para que Marte pueda llegar
a ser habitable algún día. No es
seguro que optemos por vivir allí o
no, pero lo que sí es seguro es que
si algún día decidimos vivir fuera de
la Tierra, Marte es definitivamente
el lugar. Ni nuestra luna, ni los asteroides
pueden competir con Marte
en el hecho de que es un mundo
que contiene agua, más frío que la
Tierra y con agua que no es líquida,
pero con agua, y eso es lo que hace
a Marte tan especial. De momento,
seguiremos estudiando análogos
de Marte, y bien sea en Jezero, en
Holden o en cualquier otra localización
de Marte, y estoy convencida
de que encontraremos vida en
Marte en un futuro muy cercano.
Hasta entonces, podemos seguir el
consejo de Hugh Kieffer (US Geological
Survey): «Si queremos explorar
Marte, tenemos que pensar como
marcianos pero aplicando nuestro
conocimiento terrestre». n
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