revista de aeronáutica y astronáutica / enero-febrero 2021
66 doctrinaa aeroespacial básica
(Defensive Counter-Space DCS)-. A
este respecto, en el contexto de las
misiones defensivas del control del
aire, y fruto de la evolución de los entornos
operativos y del desarrollo del
concepto de defensa aérea, hay que
resaltar la necesaria integración de
las capacidades de defensa aérea/
antiaérea y anti-misil, en lo que se denomina
defensa aérea y antimisil.
El ataque aéreo constituye una herramienta
esencial de la estrategia
militar al permitir influir en el comportamiento
del adversario o modificar el
curso de los acontecimientos durante
un conflicto. Es coercitivo, en algunos
casos decisivo, y consigue efectos en
los tres niveles de las operaciones,
tanto a través de la disuasión como
del uso de la fuerza. Mediante acciones
letales y no letales, el ataque se
materializa en cuatro tipos de misiones:
el ataque estratégico que busca
debilitar la capacidad o voluntad de
combatir del adversario mediante
acciones ofensivas contra sus centros
de gravedad y recursos críticos; las
misiones del poder aeroespacial contra
las operaciones del adversario en
el dominio terrestre; las misiones del
poder aeroespacial contra las operaciones
del adversario en el dominio
marítimo; y las misiones de información,
actividades realizadas con medios
aeroespaciales centradas en la
consecución de efectos no letales.
La movilidad aérea permite la proyección,
despliegue, sostenimiento y
recuperación de personal y material
por vía aérea. La velocidad y rapidez
de respuesta de estas operaciones
ofrecen la posibilidad de ejercer una
influencia estratégica de forma inmediata.
Dentro de este cometido se incluyen
dos categorías: el transporte
aéreo y el reabastecimiento en vuelo.
El transporte aéreo permite desplazar
y sostener fuerzas en cualquier
escenario y nivel de las operaciones
y proporciona opciones rápidas y
flexibles de despliegue de personal
y material, mediante el aterrizaje y la
descarga o mediante el lanzamiento
en vuelo, para responder a situaciones
de crisis. Por su parte, el reabastecimiento
en vuelo, transferencia en
vuelo de combustible entre un avión
cisterna y una aeronave receptora,
incrementa su alcance, autonomía y
carga útil.
En cuanto al cometido Inteligencia,
vigilancia y reconocimiento
(ISR), el carácter decisivo de los
sistemas ISR aeroespaciales para
generar la conciencia situacional
ha quedado plenamente demostrado
en el desarrollo de las últimas
operaciones. En virtud de su permanencia,
ubicuidad, capacidad y
variedad de sensores, altura, alcance
y precisión, pueden transmitir en
tiempo real imágenes (electroópticas,
radar y de otro tipo) de enorme
utilidad para la toma de decisiones
y la conducción de las operaciones.
Dado que los sistemas ISR proporcionan
información útil en los tres
niveles de las operaciones y que su
capacidad les permite permanecer
sobre las zonas de interés, el poder
aeroespacial se constituye en pilar
fundamental de la arquitectura ISR
en todo tipo de operaciones.
Además de los cometidos conocidos
como fundamentales, otros
cometidos asignados al poder aeroespacial
en el entorno militar son
la Búsqueda y Rescate de Combate
(CSAR) y Recuperación de Personal
(PR), la ejecución de operaciones aéreas
especiales, la contribución a las
Airbus A400M