Como ve, en el día a día, estas mismas
personas deben realizar sus actividades
en el CAOC Torrejón, pero, a la
vez, mantenerse entrenados y preparados
por si tienen que acudir a formar
parte del Mando Componente Aéreo
de la OTAN.
Además de lo anterior, si la operación
tuviera lugar dentro de su área de
responsabilidad, y fuera de una entidad
reducida que no hiciera necesario
formar el Mando Componente Aéreo
de la OTAN, el CAOC Torrejón está
preparado y entrenado para dirigir
esa pequeña operación, conformando
un reducido Mando Componente Aéreo
adecuado a la operación, mientras
mantiene la vigilancia sobre el resto de
su espacio aéreo.
—¿Cuántos militares de países
aliados tiene bajo su mando?
—El CAOC Torrejón tiene asignados
190 puestos que, en la actualidad,
«Se siguen rigurosos protocolos y
procedimientos para salvaguardar la seguridad
de la nación donde se produce el incidente»
están repartidos entre 18 nacionalidades
con un reparto muy diferente de
unos países a otros. Evidentemente, el
mayor número de militares corresponde
a España, que es donde está ubicado
y, por tanto, la nación anfitriona,
con un total de 49 puestos asignados.
Pero esto es solo el personal que me
ayuda en la dirección de las misiones
desde el CAOC Torrejón. A esto habría
que añadir el personal de todos los centros
de alerta y control y los servicios
de alarma de los cazas que las naciones
de nuestra área de responsabilidad ponen
bajo las órdenes directas del CAOC
para realizar la misión en cualquier momento,
durante las 24 horas del día.
—¿Cómo se prepara a los que vienen
aquí destinados para la diversidad
de misiones asignadas?
—Cada puesto del CAOC viene
definido por unos requisitos, de forma
que las naciones seleccionan al personal
parte de la naturaleza de la OTAN;
bajo el mando aliado se estandarizan
los procedimientos para que puedan
interactuar las unidades de unas naciones
con las de otras, todo ello apoyado
en la interoperabilidad de los equipos
de mando y control que aseguran el
enlace y las comunicaciones. Por eso,
resulta de la máxima importancia que
todos los elementos del sistema de defensa
aérea de los países estén permanentemente
actualizados a los últimos
estándares OTAN.
Por poner un ejemplo, en el caso de
España, los centros de mando y control
deben modernizarse para mantener su
eficacia, no solo para la vigilancia y control
en el ámbito nacional, sino también
para permanecer alineados con el resto
de naciones aliadas. También otros países
de la zona están modernizando sus
radares y centros de vigilancia y control,
e incluso los cazas que proporcionan
el servicio de alerta, para lograr la
eficacia en este servicio, que garantiza
la seguridad de su espacio aéreo.
En el ámbito de las fuerzas aéreas, se
realizan vuelos de entrenamiento para
practicar dichos procedimientos, de
forma que cuando se opere en misiones
reales la respuesta sea la adecuada
y todos los que participen funcionen
como una maquinaria bien engrasada.
Para las misiones de alerta también
se hacen vuelos de entrenamiento en
los que participamos todos: el CAOC
como responsable de la decisión y el
mando y control de la misión, así como
los centros de radar y los cazas de los
distintos países que deben realizarla.
—¿Qué funciones asumiría el
CAOC en una situación de crisis que
precisara lanzar operaciones aéreas?
—En el caso de una operación bajo
responsabilidad de la OTAN se activaría
el Mando Componente Aéreo
(JFAC) en Ramstein (Alemania),
al que los CAOCs y el Deployable Air
Comand and Control Center (DACCC),
ubicado en Italia, deben enviar parte
de su personal para conformar, junto
con el propio personal de AIRCOM,
dicho Mando Componente Aéreo. En
este caso, el CAOC Torrejón, debería
continuar con la misión permanente de la
vigilancia del espacio aéreo de la zona sur
de la OTAN de la que ya hemos hablado.
entrevista
que envían para que cumpla dichos requisitos.
Por lo tanto, todo el que viene
está preparado para su puesto. Una vez
aquí, pasa por un periodo de entrenamiento
específico para el puesto, trabajando
junto con el resto del personal, de
forma que consigan, además de la cualificación
individual, trabajar en equipo.
Tras esa cualificación inicial, participan
en diversos ejercicios de distinto nivel,
que van ampliando su formación, de
forma que, al final del proceso, todos
están cualificados y certificados para
desempeñar sus cometidos.
—¿Cuál es su balance de estos primeros
meses al frente del CAOC?
—Estoy muy satisfecho del alto nivel
de profesionalidad de todo el personal
del CAOC Torrejón. Es un orgullo poder
dirigir esta unidad. Quiero destacar
el alto nivel de trabajo en equipo, que
ha permitido que, a pesar de la pandemia,
hayamos podido cumplir nuestras
misiones permanentes, proporcionado
el entrenamiento de los que se han ido
incorporando y realizar con éxito todos
los ejercicios que estaban previstos en
la segunda mitad del año 2020.
Todo ello se ha podido realizar gracias
a las medidas de seguridad y sanitarias
que se han ido implementando
para adaptarnos a esta situación, junto
con una clara dedicación del personal,
mostrando una vez más la capacidad
de adaptación de la OTAN a las circunstancias
y ser capaces de cumplir
con seguridad nuestra misión.
Para este año que comienza tenemos
nuevos retos a los que enfrentarnos y
para los que nos estamos preparando
con ilusión y trabajo, contando siempre
con el excelente apoyo que el Ejército
del Aire nos proporciona y, en general,
con el soporte que España facilita
como nación anfitriona.
Víctor Hernández
Fotos: Hélène Gicquel
Febrero 2021 Revista Española de Defensa 31