Operaciones
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Todo lo reflejado da una idea de la complejidad
del proceso, si este quiere hacerse bien y se pretende
llegar a buen puerto. Reducirlo, acortarlo,
simplificarlo o prescindir de alguna etapa necesaria,
haría que las conclusiones finales pudieran ser
precisamente las no deseadas respecto a la posibilidad
del empleo, o que la autoridad certificadora
encontrarse fallos en la metodología y exigiese estudios
científicamente más rigurosos. La luz verde
final podría demorarse hasta bien avanzado el año
2021.
Teniendo en cuenta lo anterior, quizá el proceso de
certificación «interna» de un único modelo configuración
no sea lo para conseguir una capacidad
solvente, duradera en tiempo y forma, eficaz y eficiente.
Lo ideal sería contar con una configuración
autónoma y modular que fuera fácilmente exportable
a cualquier helicóptero de transporte medio
de la flota actual y futura, incluyendo ineludiblemente
al HU-21/HT-27/HU-27, HT-29 y HT-17F
Distintas ubicaciones planteadas de los equipos.
Dentro de esta línea más razonable existe un camino
intermedio, que sería la búsqueda en el mercado
de soluciones existentes que pudieran ser adaptables
a nuestra flota por haberse certificado por
otras autoridades (EASA o FAA) para helicópteros
similares a los nuestros. No sería un proceso
sencillo igualmente, puesto que ningún componente
de una flota es completamente análogo a
cualquiera de los nuestros y habría que añadir las
particularidades de la envolvente de operación que
se requieran, más si cabe si se contempla el entorno
hostil. El PCMHEL está trabajando paralelamente
en esta línea, para no descartarla como vía
alternativa ante las complejidades que va encontrando
en el proceso interno de certificación. En
cualquier caso, tarde o temprano el Ejército de
Tierra recuperará esta anhelada capacidad. El
proceso es largo y complejo, pero igualmente ilusionante
y, como casi siempre, al final la misión
quedará cumplida.
Médico de vuelo atendiendo baja.