388 dosier aspectos básicos
Se considera que hay unos 4987 satélites en órbita, de los
cuales unos 1957 están en funcionamiento. De ellos, un
15 % son de uso militar, un 21 % de empleo civil, un 20 %
de uso gubernamental y un 44 % de utilización comercial3.
Algunas estimaciones ponen los costes de reemplazo de
estos satélites activos en más de 140 000 M$, con un impacto
revista de aeronáutica y astronáutica / mayo 2021
en la economía mundial varias veces superior, en
especial en caso de su pérdida.
Para la Unión Europea, la importancia estratégica y económica
de los sectores espaciales se refleja, a modo de
ejemplo, en los sistemas globales de navegación por satélite,
indicando las estimaciones que el 11 % del PIB de la
UE en el futuro dependerá de los sistemas de posicionamiento.
Por ello, en el seno de la UE se han desarrollado
los programas GALILEO y EGNOS, este último, se trata del
sistema de aumento de precisión e integridad de la señal
de la constelación de satélites GPS.
Ese espacio tan relevante para las naciones, la sociedad
y la industria tiene desde el punto de vista de la seguridad
y la defensa unas características notables:
– Está débilmente regulado, resultando difícil dotarle de
un marco regulatorio aceptado y ratificado por todas las
naciones4. Dadas las diferentes regulaciones que sobre el
espacio tienen los países, los retos que se presentan para
una regulación común del uso del espacio son: Regulación
de los vuelos humanos comerciales al espacio; leyes que
regulan la colonización de cuerpos celestes (Luna, Marte);
«banderas de conveniencia» en la actividad aeroespacial;
militarización del espacio que puede violar el tratado de
19675; y las regulaciones sobre basura espacial.
– La creciente facilidad de acceso al espacio introduce
más actores (estatales y no estatales) que lo convierten en
foco potencial de disputas, desafíos y amenazas, y posible
escenario futuro de conflicto, que las naciones deben
afrontar individual y colectivamente.
– A todo ello se le debe unir que, como consecuencia de
los aproximados 9000 lanzamientos efectuados, se estima
que orbitan la Tierra unos 22 300 objetos de todo tipo y
tamaño, lo que significa unas 8400 toneladas de masa con
el riesgo de colisión que ello implica.
Una característica esencial que debe tenerse en cuenta
es que el espacio aéreo y el ultraterrestre no son elementos
separados. Ello es así por varias razones:
– Físicamente no es posible establecer límites, dada su
continuidad natural y la no existencia de barreras naturales.
– Funcionalmente está altamente tecnificado y en el empleo
del espectro electromagnético ambos se comportan
como un único medio, cuyas capacidades en su desarrollo
son completamente dependientes del ciberespacio.
– Desde el punto de vista de la seguridad, cualquier
objeto que quiera alcanzar la Tierra desde el espacio
ultraterrestre tendrá que transitar después por el espacio
aéreo, lo que exige ampliar las funciones de vigilancia,
detección, identificación y clasificación; además,
el elevado número de agentes y la inmediatez de las
amenazas y desafíos aeroespaciales exige unos sistemas
de mando y control permanentemente activados,
coordinados y con conocimiento de la situación, así
como estructuras de decisión en tiempo real.
AMENAZAS QUE SE CIERNEN SOBRE EL ESPACIO
Las amenazas que presenta el espacio ultraterrestre
derivadas de su condición de espacio global