Interior de la Sima de Alcorón
rados contrasta vivamente con el verde oscuro
de los pinos de las laderas y el verde más intenso
de la vegetación de ribera, que se torna en dorado
durante el otoño.
Estos cañones son el hábitat ideal de las numerosas
especies rupícolas que hemos señalado,
que sobrevuelan cauces de ríos en los que
las aguas suelen tomar un color azul turquesa intenso,
cambiante según la luz, fl anqueadas por
bosques de ribera muy bien conservados. Estas
aguas fueron surcadas durante siglos por navateros
(aquí llamados gancheros), hombres de la
zona especializados en la corta de los árboles
más rectos y fuertes y la construcción con ellos
de balsas que eran dirigidas a lo largo del Tajo
aprovechando la fuerza de su caudal, creciente
a medida que se enriquece con las aguas de
manantiales y afl uentes. Estas balsas se llevaban
hasta Aranjuez y se utilizaban principalmente
para la construcción de las estructuras de los edifi
cios madrileños, donde eran muy apreciadas.
El cambio de costumbres, de técnicas de construcción
y los embalses, terminaron con este trabajo
duro y arriesgado que todavía se rememora
anualmente en una fi esta popular.
Por si fuera poco también encontramos varias
lagunas, como la de Taravilla, en las proximidades
del Tajo, de origen kárstico y con una orla
de vegetación palustre que la rodea, o la de
la salobreja, en el fondo de un poljé, la del Rubio,
el Cantó, et. También aparecen pequeñas
“ciudades encantadas”, formaciones en las que
la erosión del agua y del viento ha creado caprichosas
formas rocosas en forma de seta o de
mesa, a modo de la famosa y no lejana Ciudad
Encantada de Cuenca. El panorama geológico
se completa con la riqueza de fósiles, curiosidades
como rocas volcánicas llamadas Dacitas, mineral
volcánico de alto contenido en hierro con
un color grisáceo y algo verdoso y que salió a la
superfi cie por una grieta hace unos 270 millones
de años. Las podemos ver en Orea (Municipio a
mayor altitud de la región a 1.500 metros) También
en este Parque Natural encontramos salinas
como las ya explotadas en época romana Las
salinas de Armallá, cercanas a Molina de Aragón
o numerosos pliegues perfectamente identifi cables
como los de Cuevas Labradas por citar un
ejemplo. Y que se observan principalmente en las
rocas sedimentarias mesozoicas afectadas por el
plegamiento alpino.
La enorme geodiversidad aquí descrita brevemente
explica que se hayan creado 11 rutas
geológicas que permiten disfrutar de esta riqueza
de formaciones geológicas y geomorfológicas
además de contemplar la belleza y variedad de
los paisajes del Alto Tajo.
Abril - 2021 Armas y Cuerpos Nº 146 117