recuerdos del programa de modernización del T.10 Hércules dosier 489
A partir de su llegada a Zaragoza, el T.10-3 se consideró
en vuelo, pero no operativo para misiones, y esta fue la circunstancia
durante varios meses, hasta que se corrigieron
las discrepancias más importantes. No obstante, durante
ese periodo el avión lo utilizamos para hacer instrucción,
tanto en vuelo como en tierra. Así nos dimos cuenta de que
había que estandarizar bastantes cuestiones, como la ya
comentada respecto al uso de las CDU, y, también, puesto
que a los pilotos nos costaba encontrar la información en las
nuevas pantallas, empezamos a hacer los vuelos de instrucción
tapando con un papel los instrumentos de emergencia
(anemómetro, altímetro y horizonte artificial), pues nuestra
tendencia natural era buscar allí la información que no éramos
capaces de encontrar en las pantallas.
Adicionalmente, el MALOG contrató la obtención de un
entrenador de cabina que emulaba el funcionamiento del
sistema de aviónica, en cuyo desarrollo tuve también que
participar, asesorando a los técnicos del contratista.
Además, aprovechamos todo ese tiempo con el prototipo
para hacer correcciones a las publicaciones técnicas
(manuales de vuelo y de mantenimiento, etc.) que nos habían
enviado, pues contenía multitud de errores. Diría que
la unidad escribió más del 50 % de dicha documentación.
Por desgracia, la documentación entregada fueron suplementos
y al final el Ejército del Aire tuvo que contratar con el
fabricante (Lockheed Martin Marietta) la integración de las
publicaciones técnicas.
Aunque continué haciendo todo tipo de misiones de vuelo
en la unidad, las correcciones de funcionamiento del
entrenador de cabina, los vuelos y actividades de instrucción,
las correcciones a los manuales y el apoyo a la Oficina
revista de aeronáutica y astronáutica / junio 2021
del Programa fue el foco principal de mi actividad en
el Ala 31 hasta que en septiembre del 98 inicié el curso
de Estado Mayor.
El capitán Juan Domínguez se hizo cargo, a partir de entonces,
de la representación de la unidad en la COMSE y tuvo
que continuar gestionando la base de datos de discrepancias
y encargarse de la evolución del entrenador de cabina en el
simulador táctico del que al final dispuso la unidad.
Ya finalizado el curso de Estado Mayor y destinado en la
División de Planes del Estado Mayor del Aire (EMA/DPL) revisé,
con el apoyo de los capitanes Juan Domínguez y Gonzalo
Fernández, el manual de familiarización para adaptarlo
a los cambios que se habían producido durante el desarrollo
del prototipo y la corrección de discrepancias. Cuando
fui a Zaragoza el 21 de diciembre de 2020 al acto de despedida
de los T.10, los antiguos del lugar me decían que
durante todos estos años se había utilizado ese manual para
la familiarización del personal de nueva incorporación al Ala
31, lo cual ha supuesto un gran orgullo para mí.
Además del cariño a todas las personas con las que
compartí mis 12 años de destino en esta magnífica unidad
y, por su puesto, a nuestros queridos Hércules, la
participación en este programa me aportó muchos conocimientos
técnicos y una gran experiencia que puede
aportar durante mi trabajo en EMA/DPL y, en particular,
en programas similares en que he participado: adquisición
de los T.21 (C-295), T.22 (A-310) y T.23 (A400M),
modernización y adquisición de T.18 (Falcon 900B), requisitos
de Estado Mayor del futuro avión de transporte
y reabastecimiento estratégicos (MRTT, Multi-Role Tanker
and Transport) y un largo etcétera. n