Historia y Patrimonio
HISTORIA
————————— DOCUMENTO —————————
La primera medida de Navarro fue enviar a retaguardia a las unidades de regulares que entraron
en la posición, casi 1.300 askaris. Es la primera decisión que se le recrimina y que tomó antes de
inclinarse por retirarse o quedarse en Dar Drius.
Pero tampoco puede decirse que estuviera equivocado, pues, en el duro combate del día 16 de
julio para tomar la famosa Loma de los Árboles, se había notado falta de ardor en el ataque de estas
fuerzas. Se pegaron al suelo sin atreverse a avanzar y desalojar a la harca de Abd el Krim de la citada
loma, lo que obligó a que se tomara la decisión de volver a Annual. También ya tenía constancia
de que entre los rebeldes había algunos desertores de los regulares.
Igualmente, en la misma tarde del día 22 de julio, ordenó la salida de más de 900 hombres no
considerados necesarios hacia Melilla, incluidos los policías que fueron mandados a Uestia o a la
«Casa Drius»; los soldados españoles (cerca de 700) serían protegidos por el escuadrón provisional
que organizó el Regimiento Alcántara, misión que cumplió hasta Zeluán. Los que llegaron a Melilla,
una vez encuadrados de nuevo, fueron utilizados para completar los núcleos que inicialmente se
formaron para defender la ciudad.
También Alcántara salió antes que la columna Navarro, el día 23, a proteger el convoy de heridos
detenido en Uestia.
Incluso a los que consiguieron refugiarse en Dar Drius, procedentes de Chaif, por estar muy desmoralizados
y agotados, se les ordenó formar una pequeña columna, al mando del capitán Almansa,
para que, al amparo del regimiento, pudieran llegar a Melilla.
Alcanzadas las posiciones de Batel y Tistutin, la columna Navarro recibiría el día 28 de julio,
con dos días de retraso y a través de Monte Arruit, la orden de retirarse a dicha posición, que cumplió
e inició a las 02:00 horas del día 29. La columna estaba formada por 1.295 combatientes útiles
y 252 heridos o enfermos (43 graves)6. Desde la salida de Drius faltaban 1.019 hombres, muchos
de los cuales habían escapado hacia Melilla; la mayoría no llegaría; otros serían recogidos en Monte
Arruit. Según Pérez Ortíz allí entraron 2.535 hombres. Como no se puede saber cuántos pertenecían
a la columna Navarro, es difícil determinar las bajas producidas en la retirada. Según Sainz Gutiérrez7
se reunieron en la posición tres mil diez y siete hombres.
En Monte Arruit, el general estaba autorizado a negociar la rendición desde el 31 de julio y
se encontraba herido cuando, al entregar la posición el día 9 de agosto, una vez acordado el pacto
de rendición, fue engañado para apartarlo de la puerta de Monte Arruit con la disculpa de firmar
las condiciones.
Entonces lo llevaron a la sombra de una casa del antiguo campamento, pues sólo buscaban
librarlo de la preparada traición, con el fin de no perder el beneficio de un futuro rescate.
Que los moros no respetaran la rendición no debe ser utilizado contra el general porque la defensa
de Monte Arruit era ya imposible. Lo describe bien Sainz Gutiérrez8:
La carencia de agua, el calor asfixiante, la atmósfera irrespirable, la disentería, las
letrinas (dentro de la posición…) desde el 29 de julio hasta el 9 de agosto.
Y ya no quedaban caballos para alimentar a la tropa. Además, habían sufrido la explosión de
492 granadas de artillería en aquel pequeño corralillo de suelo rocoso, que impedía la excavación
de trincheras o refugios profundos, con los medios disponibles, picos y palas.
6 Ídem nota 2. Página 45.
7 Ídem nota 2. Página 53.
8 Ídem nota 2. Página 76.
132 Memorial de Caballería, n.º 91 - Junio 2021