Varios
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EL RINCÓN DE LA SIMULACIÓN
En Ceuta y Melilla no cabe esa posibilidad.
En primer lugar, no existe un sistema homologado de instrucción para Leopard 2A4, por lo
que las tripulaciones de esta plataforma tienen que adaptarse al del Leopardo 2E y sus simuladores
propios para poder certificarse, con las disparidades de uso y empleo que eso significa.
En segundo lugar, incluso asumiendo este hándicap, se suma el hecho de que no hay simulador
STO en estas plazas, por lo que el avance en los niveles de instrucción depende, por completo, del
tiempo disponible en el GIUACO o de apoyos puntuales de las unidades peninsulares. En los últimos
años se ha intentado compensar esa desigualdad haciendo que las unidades de Ceuta y Melilla
dispongan de ventanas de tiempo más amplias en las instalaciones de Zaragoza.
A pesar de todo, el ritmo de avance en la certificación de niveles continúa siendo inferior al
de las unidades de Leopardo 2E, resultando muy difícil mostrar una mejora reseñable año tras año
en base a las certificaciones. Eso sumado al hecho de que esos avances se están llevando a cabo
sobre simuladores de una plataforma de combate diferente a aquella de la que son usuarios y que
está en servicio orgánicamente en ambas ciudades autónomas, supone una anomalía en la correcta
instrucción de las tripulaciones.
Esta situación ha hecho que en los últimos años ambos regimientos, apoyados por sus respectivas
comandancias generales, hayan expuesto esta necesidad ante el Ejército de Tierra quien ha
adquirido un compromiso, por su parte, de subsanar las deficiencias derivadas de la separación
física de la Península.
Se ha aprobado un paquete de ampliación, modernización y mejora de los medios de simulación
de ambas unidades que permitirán a estos regimientos del Arma disponer de los mismos, e incluso,
mejores medios que el resto de unidades. Y el centro y joya de la corona de este programa se basa en
dotar a ambos regimientos de simuladores STO y SCO propios. Con una peculiaridad muy ventajosa;
se crearán en base a la plataforma de combate orgánica, el Leopard 2A4.
¿Recordamos aquello de que disponían de un buen software y de un soporte bastante útil para
la instrucción, pero por separado?, pues… ¿por qué no unirlos?
En el año 2018 se aprueba una modernización de las torres AAT y los entrenadores de conducción,
en base al Steel Beasts, que dotase al Alcántara 10 y al Montesa 3 de un completo simulador,
con capacidad para imbuir a los tripulantes en el estrés de combate a un nivel prácticamente real y
que, además, permita a los IAT de ambos regimientos validar los niveles de tripulantes y tripulaciones
sin necesidad de viajar a la Península.
De este modo, obtendrían la misma capacidad de validar esas tripulaciones durante todo el año
de la que disponen todas las unidades acorazadas, acudiendo a las instalaciones del GIUACO ya en
condiciones de ser verificados por sus IAT.
Unos meses más tarde se inician los trámites del desarrollo de este ambicioso proyecto, asignándolo
a una UTE conformada por las empresas COHEMO y JPG.
Se da la situación de que en este proyecto existen una serie de retos a superar para que sea
desarrollado con éxito:
El primero de ellos consiste en conseguir adecuar los entrenadores actuales como simuladores.
Un trabajo que implica, prácticamente, crear un sistema completamente nuevo, que nada tiene que
ver con la torre actual, pero aprovechando al máximo la instalación existente, de manera que puedan
emplearse igualmente las dependencias y reducir costes.
El segundo reto supone conseguir una batería de ejercicios que permita crear una nueva pirámide
de instrucción, distinta a la del Leopardo 2E, pero a su vez equivalente. Este reto entraña una
dificultad añadida ya que el software, con sus ventajas y desventajas, es completamente diferente al
del STO actual. Por tanto, no cambia solo el hecho de que una torre sea del 2E y otra del 2 A4, sino
Memorial de Caballería, n.º 91 - Junio 2021