Historia y Patrimonio
HISTORIA
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recibe la noticia de la caída de Annual y avanza para proteger la retirada. No llega a tiempo para
salvar a su coronel, Manella, que ya había caído en la retaguardia de la columna que desordenadamente
se retira hacia Dar Drius, pero sí de desplegar en su extremo y limitar las pérdidas. Pasada la
columna, el teniente Púa, que había quedado junto a su 5º escuadrón en Ben Tieb, hace una salida
de la posición y avanza al galope contra elementos que hostigaban la retirada, confirmando la defección
de elementos de la policía indígena e imprimiendo a sus acciones el carácter ofensivo que
indican nuestros reglamentos. El 23 de julio el Alcántara, concentrado en Dar-Drius y articulado en
dos destacamentos, asegura el repliegue de varias posiciones sobre el que parece será el núcleo de
resistencia de las fuerzas españolas en el Rif. El grupo que manda Primo de Rivera debía proteger
el repliegue de la columna móvil de Chaif. Nuestro laureado supo aprovechar una de las raras ocasiones
en que, allá por la tercera década del siglo XX, la situación táctica permitía y aconsejaba una
carga. Los jinetes de Alcántara, con el teniente coronel a la cabeza, cargan por dos veces sobre el
enemigo enfrascado en el hostigamiento de la columna en repliegue, sorprendiéndole y persiguiéndole
«con fuego a caballo». El uso de la maniobra, consiguiendo la sorpresa y llevando a cabo una
acción súbita, potente y ágil, valió a Primo de Rivera la máxima condecoración española por esta
acción. Posteriormente, ese mismo día, el Regimiento sale para proteger una columna de heridos
atacada en el camino a Tistuin, debiendo cargar nuevamente para liberarla del hostigamiento, y
finalmente parte en cabeza de la columna que se repliega desde Dar Drius, abriéndole el paso por
un territorio donde el enemigo ya se ha infiltrado. En el cauce del río Igán, en una situación táctica
completamente desfavorable, combate con los rifeños mientras la columna prosigue su retirada. La
máxima de Tsung Tzu, simple y secamente enunciada, adquiere todo su significado táctico y moral:
«en terreno mortal, lucha», ya no hay otra opción para los que han jurado derramar su sangre en
defensa de la Patria. Los supervivientes, habiendo perdido su caballo, que era a la vez su vehículo,
armamento y amigo inseparable, se refugian en Monte Arruit -otra parte del Regimiento haría lo
propio en la Alcazaba de Zeluan- cuya puerta defienden «numantinamente», haciendo honor a dos
mil años de tradición hispana.
Principios morales y principio tácticos
Esperemos que los trágicos acontecimientos de 1921 no vuelvan a repetirse en nuestra historia,
pero como dijo Clausewitz en una frase que, desgraciadamente, el general Silvestre no tuvo presente
en su desafortunada campaña: «… el dios de la guerra puede sorprenderlo (al general en Jefe), que
debe vigilar constantemente al enemigo a fin de que cuando este empuñe una afilada espada,
él no tenga que defenderse con un espadín»2. En la triste jornada de Annual, el Regimiento
Alcántara supo mantener la cohesión de la unidad sin necesidad de actuar «hombro con hombro» ni
aferrarse a ninguna posición hasta que no tuvo otra opción. En un ambiente de caos y desesperación,
supo actuar con determinación frente a la incertidumbre, serenidad ante el peligro, unidad pese a la
separación física, firmeza en movimiento continuo, siempre fiel a su compromiso con España y a la
idiosincrasia de la Caballería. Ningún jinete aprovechó la velocidad y resistencia de su caballo para
galopar hacia Melilla, sino que consumieron ambas en cargas desesperadas en un último intento
de proteger a sus compañeros y retrasar la amenaza sobre la española ciudad africana. Los principios
tácticos -espíritu ofensivo, maniobra, combatir aisladamente de las fuerzas propias, sorpresa,
acciones súbitas y potentes- se confundieron con la fuerza moral porque, cuando llega el momento
de emplearlos, ya no son argumentos teóricos sino imperativos morales que se siguen como jinete
español o se abandonan por cobardía y dejación del deber. Ningún jinete de Alcántara dudó en la
encrucijada. Todos pusieron su deber y honor por encima de su vida y sufrimientos. Hoy, cien años
después, son ejemplo de vida y muerte para todos los españoles y muy especialmente para nosotros,
componentes del Arma de Caballería.
2 Carl con CLAUSEWITZ, De la Guerra, Cap II, penúltimo párrafo, dedicado a un General en Jefe que opta
por soluciones distintas de la destrucción de las fuerzas del enemigo, por ejemplo una estrategia de carácter
político-diplomático, ante « unos objetivos políticos carentes de relevancia, motivaciones (nacionales) débiles
y reducida tensión de las fuerzas».
94 Memorial de Caballería, n.º 91 - Junio 2021