Preparación
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«para desarrollar un rendimiento efectivo que
consiste en competencia técnica y habilidades
interpersonales y de equipo?» (Jensen,1995).
¿Cómo aglutinar esos elementos con unos roles y
formación aeronáutica tan diferente?
Una operación de emergencia suele ser un tipo
de vuelo muy exigente para los miembros de
la tripulación, que se caracteriza normalmente
por su imprevisibilidad; en él hay un muy
corto espacio para la preparación y en la que
insistiremos que todos toman gran cantidad de
decisiones. El CRM es un método probado para
reducir los errores humanos en aviación. De
hecho, la falta de implementación del CRM en
helicópteros ha jugado un factor clave en muchos
accidentes que podían haberse evitado con una
adecuada implantación y puesta en práctica. La
estandarización de los procedimientos se presenta
en forma de una secuencia de acciones con la
información necesaria para que la tripulación
pueda llevar a cabo la operación ordenada y
segura del helicóptero. Parece adecuado pensar,
entonces, que todos los miembros de la tripulación
deben de tener herramientas CRM para reducir
dichos errores humanos.
La instrucción integral de la tripulación pasa por
mejorar la formación aeronáutica de los Operadores/
Rescatadores para una mejor interacción con el
resto de la tripulación. Esta instrucción integral
debe promover la cultura de seguridad para todos
sus miembros. Una fuerte cultura de seguridad
propaga buenos comportamientos y permite a las
personas tomar buenas decisiones y expresarse
cuando otros practican procedimientos inseguros.
Toda cultura de seguridad debe estar bien fundada
en Procedimientos Operativos Estándar (SOP)
que deben reforzarse con una adecuada practica
CRM. Este punto clave requeriría la integración
por escrito de todos los procedimientos de la
tripulación; de modo que mejorara la respuesta de
los integrantes y posibilitara la corrección cuando
no se siguen los procedimientos. «Quién toca qué
y cuándo»
Además, como dijimos anteriormente, las
operaciones de emergencia se caracterizan por
su corto periodo de preparación, pero además
debe afrontar una gran variabilidad de escenarios,
misiones o equipos. Esto provoca un cambio
continuo de procedimientos y técnicas, por lo
que debe existir una vigilancia dinámica que
reconozca los nuevos riesgos. Se deben redactar
procedimientos nuevos y detallados que sean
conocidos por todos, de modo que se eviten las
malas prácticas o la infrautilización de los medios.
«Los aficionados practican hasta que lo hacen
bien. Los expertos practican hasta que no pueden
equivocarse» (Graham Chalk).
La cultura de seguridad y la estandarización
requieren una instrucción inicial CRM y un
entrenamiento periódico. Diversos estudios
refieren que la práctica de procedimientos
de emergencia con todos los miembros de la
tripulación incrementa el conocimiento de lo que
esperan unos de otros. Es en definitiva acotar al
máximo la improvisación y que todos los tripulantes
conozcan su rol en dicho procedimiento.
Otro punto destacable dentro de este puzle es la
comunicación. Probablemente el componente
más vital para las mejores prácticas asociadas
con CRM. En este campo la comunicación no es
Equipo de rescate
Piloto con traje EPI NBQ