Lepanto
«la más alta ocasión que
vieron los siglos»
Mª Pilar Belenguer Dávila
Profesora de Historia de la Academia General Militar
España era en el siglo XVI la gran potencia hegemónica y Felipe II el monarca más poderoso de su
tiempo. Sus dominios se extendían sobre un conjunto de territorios en Europa, América, África y Asia.
Para gobernar tan amplio imperio, Felipe II se apoyó en una serie de instituciones, consejos, secretarios
reales y demás elementos que conformaron una poderosa administración. Además, se sirvió de la re-ligión
católica como aglutinante de todos sus reinos; la defensa del catolicismo se constituyó en el eje
Pero ser un rey tan poderoso signifi caba tam-bién
tener muchos enemigos. Felipe II tuvo que
afrontar diversos confl ictos internos como la re-belión
de la población morisca en las Alpujarras,
entre 1568 y 1570, y las guerras en los Países Ba-jos
cuando los rebeldes fl amencos abrazaron la
Reforma Protestante. En el exterior, el recurrente
confl icto con Francia, heredado de su padre el
emperador Carlos I, llegó a su fi n tras las contun-dentes
victorias españolas en las Batallas de San
Quintín (1557) y las Gravelinas (1558). Francia de-jaba
de ser el gran problema para España. No
obstante, a partir de 1558 la nueva reina de In-glaterra,
Isabel I, consolidaba el anglicanismo
como religión en su país, rompiéndose la amistad
de ambas naciones. A partir de esos momentos,
Inglaterra se convertirá en un poderoso rival.
En cuanto al enemigo tradicional de la Monar-quía
Hispánica, el Imperio Turco, desde que en
1453 tomara Constantinopla, su presencia en el
Mediterráneo no había hecho sino aumentar, lo
cual suponía un motivo de inseguridad para las
naves cristianas cuyas rutas comerciales transita-ban
por este mar.
de su política, tanto interior como exterior.
Agosto - 2022 Armas y Cuerpos Nº 150 97