Historia 88 MEMORIAL ARTILLERíA de reparación de las defensas o la preparación de una poste-rior línea de contención. En las primeras acciones de la guerra contra los nazaríes, esta cadencia fue muy len-ta debido a la complejidad de las operaciones de car-ga y puntería de las piezas. Según se fue desarrollando la contienda iría progresi-vamente en aumento, mer-ced al adiestramiento y a la práctica. Sirva como ejemplo que, en otoño de 1485, sobre el castillo de Alhabar las 18 bombardas de gran calibre asentadas en el sitio efec-tuaron 140 disparos en una sola jornada14. Las dotaciones de las pie-zas solían trabajar en tur-nos rotatorios para cargar, apuntar, disparar, limpiar y recargar, con los mínimos intervalos de tiempo nece-sarios para permitir el en-friamiento de los tubos. El metal, que se expandía y se contraía continuamente, ce-día en ocasiones dando lu-gar a graves accidentes. Un proyectil mal calibrado po-día ocasionar el desprendi-miento del brocal o de parte de la caña, y un problema en la ignición de la carga de proyección podía hacer es-tallar la recámara, mutilan-do o causando la muerte a los sirvientes y a decenas de hombres que estuviesen cer-canos. Entretanto, la cortina de fuego tenía que mante-nerse, porque un asedio era siempre una especie de ca-rrera entre el ejército sitiador y las potenciales fuerzas de refuerzo de los sitiados, en-tre las artillerías atacantes y las defensoras, entre los recursos del tesoro disponi- (14) ARANTEGUI, Op. cit., p. 240 ... Las bombardas de grueso calibre se emplea-ban contra las torres para provocar su desplome, y contra las murallas, de-bilitando su mampostería hasta abrir las brechas necesarias para el asalto de los infantes... bles para proseguir el sitio y los costes despiadadamente crecientes de mantenimien-to de las fuerzas en la cam-paña, de compra de víveres y bagajes, y de alimentar el voraz apetito de las piezas, especialmente con la costo-sa pólvora. LA ARTILLERÍA EN LAS CAMPAÑAS DE ITALIA La entrega de la capital nazarí el 2 de enero de 1492 significó el fin de la Recon-quista. En su cerco, las 180 piezas del tren de artillería cristiana tan solo efectua-ron algunos bombardeos di-suasorios, por expreso deseo de la Reina Isabel, que que-ría intacta la joya granadina para su Corona. La influencia del labo-ratorio granadino se haría notar en las siguientes em-presas militares, que se em-prendieron como derivación de la política exterior de los Reyes Católicos. Conocidos los efectos de la artillería, fue cuestión de tiempo que se pensase en su utiliza-ción no solo en los asedios, sino también acompañando a los ejércitos en las bata-llas campales. Los grandes morteros y bombardas por su peso y la lentitud en su manejo no eran apropia-dos, por lo que había que buscar piezas más prácti-cas y eficaces que permitie-sen el acompañamiento de los ejércitos, sin retrasar-los en sus desplazamientos antes del combate, y pro-porcionando un adecuado apoyo. Esta tendencia a la movilidad, a la disminución de calibre en beneficio del alargamiento de las bocas , nº 171/2 - Diciembre de 2015
Memorial de Artillería 171_2
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