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BIP 145

trompetas. Se respira una atmósfera de júbilo y camaradería a bordo. Siguiendo la costumbre, desde primera hora de la mañana todos los miembros de la dotación y alumnos se intercambian los galones entre ellos y, con buen humor, todos se disponen a actuar conforme a sus nuevos cometidos y responsabilidades. A 1030 h. de la mañana, el Rey Neptuno, Rey de océanos, mares y archipiélagos, emergió de los fondos marinos e hizo acto de presencia con su corte de ninfas. Neptuno, encarnado en el cabo primero más antiguo de la dotación, no embarcaba para hacer amigos, nada más lejos de la realidad, y así lo demostró el verdugo a la primera oportunidad. Tras «tomar el mando» de manos del Comandante, su objetivo era el de que los neófitos pagaran el demandado tributo por navegar por sus dominios y cruzar el Ecuador sin su previa aprobación. La ceremonia se celebró conforme al ceremonial marítimo y tuvo lugar en el alcázar, donde los neófitos aguardaban nerviosos oir sus nombres y ser bautizados. El rito bautismal consistió en hacer pasar a los que nunca habían cruzado hasta ahora el Ecuador navegando, por una gran pila que contenía aguas del fondo de mares y océanos. Si por algún casual, alguno de los neófitos no mostrase coraje o valor suficiente para afrontar el rito bautismal, el verdugo del Neptuno se aseguraba por medio de sus esclavos que nadie evadiese el obligado tributo… Tras la copiosa comida, el Rey Neptuno autorizó que comenzaran los juegos y fue entonces cuando dio comienzo una reñida competición de tira soga en cubierta. Representando las diferentes Brigadas y Cámaras, ocho equipos de ocho miembros cada uno se esforzarían ante el monarca con sudor y esfuerzo para intentar ascender al olimpo de los ganadores. Los participantes mostraban orgullosos sus curtidas manos y rozaduras en los costados como si de heridas de guerra se tratase. Finalmente, y tras auténticos y encarnizados enfrentamientos, la Brigada de Máquinas se hizo con el primer premio venciendo al equipo compuesto por guardias marinas en una reñida e igualada final aplaudida por el resto de la dotación. Finalizada la entrega de premios, el Rey de los fondos marinos «devolvió» el mando del buque al Comandante, dando así por concluida una entrañable jornada que difícilmente escapará ya de nuestras retinas. Tras la interesante conferencia sobre el marino español que da nombre a nuestro Buque Escuela y su heroica hazaña, los guardias marinas, al igual que el resto de alumnos y dotación, se disponen a disfrutar del tan preciado tiempo libre para llevar a cabo sus quehaceres en la mar: preparar exámenes, leer, hacer deporte, mantener contacto con la novia y la familia, etc... Por la noche se proyecta cine en cubierta, actividad que nunca deja indiferente a dotación y alumnos, debido al excepcional entorno… En el siguiente número de nuestro BIP, el 146 recogeremos la llegada al puerto de Río de Janeiro, donde desembarcarán los alumnos de la Escuela de Especialidades de La Graña para volver a casa: Entramos así en la última semana completa del cruce del Atlántico, experiencia única particularmente para los aspirantes a cabo 1.º que cuentan los días para llegar a Río de Janeiro. Ya no sólo por ver tierra firme después de 27 días, sino también porque llega a su fin tan espectacular aventura de embarque en el “Juan Sebastián de Elcano”. Sensación agridulce, ya que por otra parte también desean regresar a sus casas y reencontrarse con su gente. No queda más que disfrutar, pues cada subida a los palos, cada maniobra, cada comida en el comedor, cada enseñanza práctica de la vida en la mar, cada minuto de navegación es de un valor incalculable y en nuestros futuros, personales y profesionales, viajaremos en nuestras mentes a este preciso momento, pensando que podríamos haber exprimido más cada milla que aquí navegamos. BIP 11 Examen GG. MM. Rumbo a su nuevo puerto, Río de Janeiro.


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