Ciencia y Tecnología SGTo. Rubé n Peó n científico por un día al microspio. su labor a lo largo de la Campaña «Pegaso», durante la cual investigarán cómo afecta el mar a la formación de 28 BIP proyectos PEGASo y TIC-MoC, ambos del CISC, y el proyecto MAFIA de la universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Pues bien, Pablo Rodríguez, científico perteneciente al equipo investigador del primero de ellos, nos explica qué se está investigando: «para que una nube se forme, pese a lo que les hayan explicado en la escuela, no se necesita solamente agua en estado de vapor. Se necesita algo muy importante, sin lo cual no puede existir absolutamente ni una gota de rocío, y nosotros les llamamos «Núcleos de Condensación ». Esto no son más que pequeñas partículas, a las cuales se les pega el agua alrededor hasta formar pequeñas gotas que poco a poco van formando las nubes. Imaginémonos la típica feria española en la que se hace algodón de azúcar, alrededor del palo se van uniendo pequeñas fibras de azúcar hasta formar el dulce final. Sin ese palo, no se podría formar el algodón de azúcar, sería una masa deforme. Pues algo muy semejante es lo que pasa con las gotas que forman las nubes. Ahora bien, ¿Qué son estas partículas? Pues prácticamente todo lo que se puedan imaginar dentro de un rango de fábricas o emisiones de volcanes; hasta, incluso, bacterias o sal marina. de tamaño determinado: desde partículas de humo ¿Y qué es lo que hacemos los científicos de este proyecto? Pues, como hemos dicho al principio, para que se forme una nube se necesita agua, y ¿dónde hay más agua que en el Océano? Prácticamente en ningún sitio. A la par que, como hemos explicado, también se necesitan partículas llamadas «Núcleos de Condensación ». Y todos sabemos que en el Océano hay nubes. Por lo tanto, ¿Cuáles son esas partículas? ¿Cuál es ‘«palo’» que emite el océano para que se formen los «algodones de azúcar», que nosotros llamamos nubes? Pues, señoras y señores, los pequeños organismos marinos microscópicos se encargan de ello; emitiendo millones y millones de pequeñas moléculas (de muchos tipos y muy distintas) que saltan del agua como peces voladores y flotan hasta la atmósfera para que el agua se condense en torno a ellas y formar gotas de rocío, que formarán las nubes». En este marco, en el que la ciencia lo invade todo, la integración de la comunidad científica con la dotación del buque es completa, hasta tal punto por ejemplo que los científicos ofrecieron una conferencia divulgativa con el fin de que la dotación del Hespérides pudiera comprender en qué consiste y cómo se desarrolla las nubes. En este sentido, cabe destacar el concurso voluntario para la dotación que se llevó a cabo y que consistía en una serie de preguntas acerca del proyecto «Pegaso», con tres opciones de respuesta y que resultaba eliminatorio en el primer error. El ganador del concurso escribe en la web: «poco a poco iban cayendo los participantes hasta que en la última pregunta tuve la fortuna de salir vencedor ante un rival «temible» como es el AN.
BIP 145
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