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REVISTA HISTORIA MILITAR 117

¿POR QUÉ SE SUSPENDIÓ EL DESEMBARCO REPUBLICANO EN… 115 Cuadro 6 Versión que presentó el general Manuel Matallana sobre el fallido desembarco de Motril en el consejo de guerra al que fue sometido una vez finalizada la Guerra Civil. Archivo Militar Central, Sumario 281, L 19919. ‘Procedimiento sumarísimo de urgencia número 5-V’ de fecha 2 mayo 1939, folios 56 y 56 dorso. (Las partes en negrita y cursiva no se entienden bien en el manuscrito original) Cuando se preveía la ofensiva nacionalista de Cataluña, el Estado Mayor Central ordenó la puesta en ejecución inmediata del plan llamado P. que era el antiguo proyectado por el general Rojo y del cual di conocimiento al comandante Muedra, al capitán Delgado Cross ampliado con una acción por Andalucía combinándose con un desembarco en Motril. Se pensó desde el primer momento hacer la concentración de fuerzas por ferrocarril, argumentándole al general Miaja que era mejor hacerlo así para evitar fatigas a la tropa y evitar el consumo de gasolina que el transporte por camiones suponía. Es de advertir y en los archivos del Grupo de Ejércitos puede verse que la reserva general de gasolina se aproximaba a veinte millones de litros. La capacidad de tráfico del ferrocarril era muy reducida, paralizando casi por completo toda la circulación se podían movilizar hasta cuatro trenes diarios. El comandante de ingenieros don Manuel Mendicuti puede informar sobre todo cuanto se dice en estos asuntos. Dicho jefe seguramente se encontrará en Valencia. Transportar en estas condiciones tres Cuerpos de Ejército, municiones, etc. era empresa larga y con ello se conseguía retrasar el inicio de las operaciones, aumentar el período de concentración, dificultar el secreto y dar tiempo a que en el campo nacionalista se prepa-rasen, además de provocar lo que a continuación se dice. A pesar de la obstrucción que diariamente se producía en la línea, el movimiento continuó hasta que muy avanzada la concentración se produjo el colapso esperado en la corriente de abastecimientos. Cerca de ¿mil? vagones con víveres quedaban detenidos en las esta-ciones de tránsito de la línea de Madrid. El general Miaja se encontraba en aquellos días en Madrid, en donde se produjeron incidentes, pues hubo una manifestación de mujeres que pedían leche para sus hijos. Me llamó por teléfono para decir que había que mandar víveres, contestándosele que abastecer y hacer operaciones al mismo tiempo no era posi-ble, dándome entonces la orden de suspender las operaciones. Regresó inmediatamente a Valencia, se puso un radio a Barcelona bastante fuerte y ¿salió? para dicha capital el general Miaja. A los pocos días vuelve a insistir el general Rojo con la operación de referencia y se le dice que todavía no estaban descongestionadas las estaciones. Otra orden terminante obli-ga a poner otra vez en movimiento la concentración. Entonces se le hace ver al General Miaja que lo de la Flota no puede hacerse porque es una locura. Se cruzan telegramas entre él y el general ¿Rojo? y ¿contra? la orden terminante del Ministro, el general Miaja firma unas cartas presentando la dimisión y vuelve a ¿suspenderse? la ¿operación? y el general Miaja es llamado a Barcelona. No por eso desiste el Jefe del Estado Mayor Cen-tral de poner en actividad el frente de algún ejército de esta zona y da orden para operar sobre Granada con dos cuerpos de Ejército y uno sobre Extremadura. Revista de Historia Militar, 117 (2015), pp. 115-122. ISSN: 0482-5748


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