LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS Y DE DISCIPLINA EN LAS… 131 Y así fue y de nuevo el origen de la guerra fue Italia: en octubre de 1556 el papa Paulo IV20, el napolitano Gian Pietro Caraffa, azuzó a Enrique II de Francia a que de nuevo entrase en Italia para expulsar a los españoles – estaba el Papa especialmente resentido con España por ver como su Nápoles natal estaba gobernado por aquellos “extranjeros”–; Paulo IV excomulgó a Carlos V y a Felipe II, prometiendo el reino de Nápoles al rey francés En-rique II: un potente ejército a las órdenes de François de Lorraine, duque de Guise, avanzó hacia Roma21; pero las fuerzas hispanas a las órdenes del duque de Alba se adelantaron e invadieron los Estados Pontificios22. Felipe II, decidido a emular las glorias militares de su padre, se implicó de lleno en los aspectos militares de la campaña de 1557 en Flandes, mantenien-do un estrecho control personal sobre la estrategia bélica; además el joven prín-cipe viajó en primavera a Inglaterra para presionar a su esposa María Tudor para que apoyase la causa español: fruto de ello la reina inglesa reunió 9.000 libras y organizó un ejército con 7.000 infantes, zapadores y minadores con destino a Flandes; desde España y otras partes del imperio hispánico llegaron hasta 8.000 hombres. El 14 de mayo de 1557 Phillipe de Montmorency, conde de Horn, era enviado por Manuel Filiberto a Londres para someter a la aprobación de Felipe el plan de campaña, que consistía en una operación a gran escala sobre tierras francesas y la captura de alguna plaza importante (San Quintin, Rocroi)23. Gra-cias al oro americano el gobernador sabaudo pudo reclutar un poderoso ejército de 35.000 infantes, 12.000 jinetes y 8.000 ingenieros y especialistas24, amén de las fuerzas expedicionarias inglesas; parte de ese oro también sirvió para com-prar alimentos para la población civil flamenca y paliar la tremenda hambruna que se extendió por aquellas tierras entre 1556-5725. El plan operativo hispano consistía en hacer creer a los franceses que invadirían las tierras de Champaña para apoderarse de la ciudad de Guisa, si bien el destino verdadero era ocupar San Quintín, en Picardía, importante 20 Para conocer mejor el conflicto entre la familia Caraffa y Felipe II: CABRERA DE CÓR-DOBA, Luís: Historia de Felipe II, Rey de España. Vol. I, Aribau y cía, Madrid, 1876, pp. Revista de Historia Militar, 117 (2015), pp. 131-166. ISSN: 0482-5748 57-260. 21 Compuesto por 4.000 franceses, 6.000 suizos y 3.000 jinetes. Ibídem, p.130. 22 Se componía su ejército de “cuatro mil españoles expertos, ocho mil napolitanos, seis es-tandartes de gente de armas, mil y quinientos caballos ligeros y doce piezas de artillería.” Ibídem, p. 106. 23 PARKER, Geoffrey: op.cit., p. 143. 24 DUCROS, Jean Pierre: op.cit., p.24. Según Cabrera de Córdoba, el ejército de Flandes se componía de 45.000 infantes, 13.000 jinetes y 8.000 gastadores. CABRERA DE CÓRDO-BA, Luís: op.cit., 174. 25 El encargado de paliar el hambre es Rui Gómez, que desde España y otras partes de Europa hace llegar cargamentos de trigo y otros alimentos, que paliaran parte de la hambruna, aun-que varios miles de personas murieron. ESTEBAN RIBAS, Alberto Raúl: Gravelinas, 1558. Almena, Madrid, 2010, p. 64.
REVISTA HISTORIA MILITAR 117
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