148 ALBERTO RAÚL ESTEBAN RIBAS llegan: un convoy con 300.000 escudos llega desde Bruselas pero Manuel Filiberto cree que no será suficiente ni para pagar un mes a las tropas... El 27 de octubre Manuel Filiberto recibe visita de Eraso que le expone cómo están las arcas reales: los gastos ascienden a 1.057.000 escudos pero tan solo disponen de 890.000, provinientes de las remesas de la flota que ha venido de España y de préstamos de banqueros. Durante los siguientes días se hacen cábalas acerca de si será posible licenciar parte de las tropas, pagarles una parte de la deuda y convencerles para aceptar un aplazamiento, o incluso una quita, del resto. De lo que no hay duda es que los tesoreros y contadores hacen sus cálculos al día, sin poder preveer si en un futuro ten-drán ingresos o no; a pesar de los esfuerzos por controlar los gastos se hace difícil saber cuánto se gasta al mes, tan solo hay aproximaciones. El 29 de octubre Schetz se reúne con Manuel Filiberto y Eraso para hablar de cómo financiar de los pagos más urgentes de la caballería: éstos se calculan en 312.500 florines, pero solo quedan en la caja real 100.000 florines; Schetz se niega a avanzar los 200.000 florines restantes sin tener el compromiso de los Estados a pagar al rey nuevas aportaciones –el banquero sabe bien que la hacienda real está más que vacía y que tan solo una ayuda de las Provincias podría calmar esa carestía y no está dispuesto a otorgar más dinero de su empresa ante el riesgo real de insolvencia–. Al día siguien-te el rey ordena a Eraso que convoque a los Estados para lograr su consenti-miento para anticipar ese montante, cosa que se logra al cabo de unos días. Conforme a los planes de Felipe anunciados en agosto, el 30 de oc-tubre Manuel Filiberto redacta la orden de licenciamiento de las tropas para reducir la carga de la deuda: a todos los regimientos mercenarios alemanes de infantería y caballería se les debe más de 2 millones de florines, cifra de la que no hay disponible ni la cuarta parte; el plan del rey es prescindir de 1.000 herreruelos de Ernst de Mansfeld, 1.000 herreruelos de Philippe de Ligne, conde de Aremberg y los 4.000 infantes de las coronelías de alema-nes de Klauss von Hastatt, Polleville, Valderton y Norlette; los cálculos de Bruselas inciden en que el coste de las soldadas de la infantería atrasadas ascenderá a 350.000 florines, a los que se tiene que sumar los otros 300.000 de la caballería; la única opción, ante la escasez de fondos, será que negociar una quita de las soldadas. El día 2 de noviembre Manuel Filiberto se reúne con los jefes de la ca-ballería mercenaria alemana (los ritesmestres, en español de la época) para exponerles el deseo del rey de poder pagarles cuanto antes, pero sin hacer “muestra general” –esto es, sin detallar exactamente cuantos soldados hay, y por tanto, pagar a tanto alzado aquellos 100.000 florines, que son los únicos recursos existentes en las arcas reales–, agradeciéndoles los servicios pres- Revista de Historia Militar, 117 (2015), pp. 148-166. ISSN: 0482-5748
REVISTA HISTORIA MILITAR 117
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