LAS CONDECORACIONES EN LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA 273 juicio, se produciría inevitablemente lo que ocurrió siempre: el descontento de quienes se consideran insuficientemente premiados, creyendo merecer una recompensa superior a la recibida, por comparación, tal vez, con los méritos de otros a quienes se les hubiese concedido. Y agregaba el Jefe del Estado Mayor: En tal concepto, creo conve-niente que en el nuevo decreto sobre recompensas, sin perjuicio de que fi-gure el ascenso al empleo inmediato, recogiendo el espíritu de las distintas disposiciones publicadas después del 19 de julio último y de que subsista la Medalla de Sufrimientos por la Patria para heridos, no se incluya más que una sola condecoración de guerra, que habrá de concederse por méritos verdaderamente excepcionales y con tales garantías que, quien la ostentase la hubiese merecido plenamente, previas todas las comprobaciones posibles. Así, el valor de la recompensa crecería; su poseedor no sería discutido y representaría un ejemplo y un estímulo para los demás. Y añadía: Si no se procede de esta forma y se sigue aplicando, en cambio, el procedimiento antiguo, no pasarían muchas semanas sin que la casi totalidad del Ejército no hubiese obtenido una Medalla o una Estrella de cualquiera de las muchas que el proyecto de decreto se proponen, y las recompensas al hacerlas generales perderían lo que con ellas debe tratar de conseguirse en las actuales circunstancias: premiar a los indiscutibles, a los que por su competencia y por su valor, probados y comprobados, pudieran representar un ejemplo, un estímulo y hasta una gloria para en nuevo Ejér-cito. Varias fueron después las impugnaciones que sufrió el primitivo proyecto de recompensas, hasta que el Sr. Ministro dispuso la constitución de una Ponencia presidida por el general subsecretario, figurando en ella como vocales el comisario de brigada José Laín, los tenientes coroneles de Estado Mayor José Cerón y Joaquín Alonso, el jefe del Gabinete de Información y Control y, como vocal secretario, el jefe del Negociado de Recompensas. Dicha Ponencia comenzó sus trabajos el 13 de enero, dando cima el día 18 del propio mes a un proyecto de decreto, pieza que fue considerada verdaderamente democrática, pues que las condecoraciones que creaba eran iguales para todos desde soldado a general y desde el obrero que pica en la cantera al ministro, y todas ellas honoríficas ante las circunstancias especia-lísimas de esta guerra en la que toma parte la masa más numerosa del país, voluntariamente, defendiendo sus libertades. Por lo que respecta al ascenso por méritos de guerra, se acordó con-ceder hasta el de mayor, por ser ésta la máxima categoría que se otorgaba a Revista de Historia Militar, 117 (2015), pp. 273-294. ISSN: 0482-5748 las milicias.
REVISTA HISTORIA MILITAR 117
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