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AEROPLANO 29

Ricardo Burguete Reparaz El capitán de Infantería Ricardo Burguete Reparaz se incorporó al aeródromo de Cuatro Vientos, en el otoño de 1922, con el fin de comenzar las prácticas, estudios y vuelos programados para la obtención del título de observador de aeroplano y a su finalización pasó destinado al aeródromo de Nador para incorporarse a la escuadrilla De Havilland Rolls. En ese momento se encontraba en pleno desarrollo la conocida como “Campaña de Desquite”, destinada a reconquistar todo el terreno perdido después del Desastre de Anual, por lo que participaría con su escuadrilla en todas las operaciones planeadas para la ocupación de las posiciones que se habían perdido, como Tafersit, Tizzi Aza y Tizzi Alma, entre otras. Posteriormente con su escuadrilla intervino en las acciones aéreas que se realizaron para levantar el cerco a Afrau y al mismo tiempo rechazar el ataque contra Tizzi Aza, logrando romper el cerco de esta posición y conseguir que entrara el convoy de socorro. En octubre de 1923, tras realizar el curso de piloto, fue destinado al Grupo de Melilla, participando en diversas acciones destinadas a castigar con bombardeos los poblados y cosechas de las cábilas que apoyaban a Abd-el.Krim para presionarlas y obligarlas a que dejaran de apoyar al caudillo rifeño. Pero cuando otro rebelde, El Jeriro, inició una serie de ataques contra las fuerzas españolas situadas en la línea del río Lau, la escuadrilla de Burguete tuvo que trasladarse al frente occidental para apoyar a las unidades aéreas del mismo, cooperando en la limpieza de enemigos del macizo del Gorgues y rechazar el intento de asedio de Xauen. Mientras se fortalecía la posición de nuestras tropas en el Lau, en 1924 el cabecilla Muley Ahmed el Raisuni comenzaría una fuerte actividad con numerosos ataques en La Yebala que obligó a tener que evacuar diversas posiciones españolas difíciles de mantener, para concentrarse en la zona de Beni Arós. El 9 de octubre de 1924, el capitán aviador Ricardo Burguete recibió la orden de despegar para localizar la situación del enemigo y como consecuencia de su acción le sería concedida por Real Orden, de 19 de julio de 1927, la Laureada, que citaba los méritos para ello: “La misión la realizó con un aeroplano blindado, (por lo que carecía de sistema doble mando para el observador) llevando ocho bombas y dos tambores de ametralladoras. Al llegar al campamento nº 1 del sector de Maxherat descubrió al enemigo situado en los poblados de Gayucar y Demma y en las lomas que dominan estos poblados, y para conseguirlo hubo de efectuar el reconocimiento volando muy bajo, pues la espesura de la maleza impedía descubrir su verdadera situación. Fijada ésta, comenzó el bombardeo y una vez terminado descendió aún más con el aparato para hacer más eficaz el tiro de ametralladora. Estando disparando el último tambor recibió el Capitán Burguete una herida en el costado izquierdo y no obstante tal herida, consideró el Capitán que podía seguir volando, como así lo hizo, en dirección al macizo enemigo de Alí.Xenif, hasta que el aparato recibió un balazo por dentro del blindaje que al rebotar hirió en el vientre al interesado y que al notar que se ahogaba por la gran hemorragia que sufría y terminada la misión que se le había confiado, agotadas todas las bombas y cartuchos de que disponía, decidió con esfuerzo supremo de voluntad y a pesar de su gravísimo estado, salvar al observador y al aparato virando en dirección a las posiciones no sitiadas, logrando tomar tierra cerca de Taatof a pesar de las mala condiciones atmosféricas. Al tomar tierra hubo de ser sacado por el observador y conducido al hospital en estado gravísimo, pues presentaba una herida con orificio de entrada por la región hepática y de salida por el epigastrio, además de otra muy grande con desgarro y destrucción de las paredes abdominales en la región apendicular que dejaba al descubierto la masa intestinal”. Ricardo Burguete Reparaz, había nacido en San Sebastián el 14 de marzo de 1899 y era hijo del General de Infantería Ricardo Burguete Lana, Caballero Laureado de San Fernando en la campaña de Cuba. Ingresó en la Academia de Infantería con tan solo 15 años de edad. Ya con el empleo de teniente solicitó, en 1920, ser destinado al Grupo de Regulares Indígenas de Melilla nº 2, recibiendo su bautismo de fuego el 7 de mayo con la ocupación y posterior defensa de Tamasusit. Días más tarde participó en los combates para la ocupación de Dar Drius. Luchó en Tafersit, protegió al convoy de heridos de Hamuda y permaneció hasta finales de año en distintas posiciones. En 1921 combatió en Abarrán y el 22 de diciembre, que había sido destinado nuevamente a Regulares, resultó gravemente herido en un durísimo combate durante una acción, en la que resultarían derribados tres aeroplanos, para conquistar Tensalet. Después de haberse recuperado de las graves heridas por la que fue Laureado, fue destinado a Cabo Juby y en 1930 tras un aterrizaje forzoso por una avería en el motor fue capturado por unos indígenas durante 20 días hasta que fue pagado su rescate. En 1931 fue destinado como jefe de la Escuela de Combate y Bombardeo de Los Alcázares, pero resentido de sus graves lesiones moriría repentinamente el 21 de mayo de1934. Al día siguiente la escuadrilla perdía sus aviones al caer el aeródromo en poder del enemigo. La resistencia de las tropas de Aviación e Infantería fue heroica, distinguiéndose notablemente el soldado Francisco Martínez Puche, que perdió la vida, siendo condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando, la tercera que se concedía a un miembro de la Aviación Militar. El general Echagüe y el jefe de la Aviación, comandante Bayo, se encontraban con grandes dificultades para prestar el apoyo aéreo que la situación requería por no tener la posibilidad de sustituir el aeródromo de Zeluán. En Melilla no existía ningún terreno apropiado, por lo que se preparó la Hípica para acondicionarla como campo de aviación en el que se concentrarían los DH-4 de Tetuán y Larache formando una escuadrilla. El día 29 de julio tomaron tierra dos aviones, cuando el terreno aun no estaba totalmente preparado, un Bristol Tourer, tripulado por los capitanes Manzaneque y Carrillo y un DH-4 De Havilland, tripulado por los capitanes Moreno Abella y Beda, sufriendo este último muy graves averías al capotar en el aterrizaje. Recién llegados, el Bristol civil es enviado a hacer un reconocimiento para conocer la situación de nuestras fuerzas, siendo este avión el único medio aéreo de que dispuso el Mando durante cuatro días para recibir información de lo que acontecía. Además de estas informaciones de observación, Manzaneque y 86


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