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REVISTA HISTORIA MILITAR 116

EL ASESINATO DE VÍCTOR DARMON Y LA CRISIS HISPANO... 263 los rebeldes argelinos refugiarse en su territorio y dispersar las tropas irre-gulares reunidas en la frontera. Si respetaba estas reglas de buena amistad, ambas naciones serían amigas, pero si continuaba haciendo lo contrario, la enemistad reinaría entre ellas.40 El Gobierno francés pidió cuentas al Majzén por la presencia de Ab-del Kader y sus hombres en territorio marroquí y por la doble agresión que habían sufrido sus tropas, exigiendo una reparación y garantías de que no se volverían a repetir hechos similares. Asimismo, reclamó al sultán que se abstuviese de realizar cualquier acto hostil, licenciara los contingentes reunidos en Oujda y se abstuviera de proporcionar cualquier tipo de apoyo a Abdel Kader, internándolo en el país en caso de que le concediera asilo político.41 También retiraría a sus cónsules, evacuaría a sus ciudadanos y amenazaría con bombardear Tánger con la escuadra que había enviado a las costas marroquíes si no se cumplían sus exigencias. Como respuesta, el cónsul general de Francia en Tánger recibió dos despachos. El primero esta-ba firmado por Mohamed Ben Dris, ministro universal del sultán, y su tono rayaba en la insolencia, ya que atribuía toda la culpa de los enfrentamientos a los generales franceses, advertía de que los vasallos de su amo reclama-ban clamorosamente la guerra y recordaba a los galos que deberían sentirse agradecidos, ya que si El Guenaoui no hubiera contenido a sus tropas inven-cibles dejándose llevar por la piedad, ni un solo francés hubiera salido con vida del último encuentro. Asimismo, insistía en que los galos evacuasen la zona fronteriza.42 Dos días más tarde, llegó el segundo, expedido por el bajá de Larache, Bou Selem, persona razonable y moderada, lamentando lo ocurrido y prometiendo una reparación.43 El 3 de julio, las fuerzas francesas abandonaron Oujda. Poco después de salir de la población, un ejército marroquí de 4.000 jinetes y 3.000 infan-tes, a cuyo frente se encontraban Sidi El Mamoun y Abdel Kader, atacó sus columnas. Bugueaud fingió una retirada y de repente formó a los batallo-nes en cuadros e hizo frente a su enemigo, que abandonó prudentemente el campo.44 El 15, los galos regresaron a su campamento de Lalla Maghnia.45 Mientras tanto, realizaron batidas y razias en territorio marroquí. Francia 40  Carta del mariscal Bugueaud a El Guenaoui, en Pellissier de Reynaud, E.: op. cit., págs. 134 y 135. 41  Instrucción al cónsul general de Francia en Tánger, 12 de junio de 1844, en Gorce, P. de la: Louis-Philippe (1830-1848), París: Librairie Plon, 1931, pág. 317. 42  Cánovas del Castillo, A.: Apuntes para la Historia de Marruecos, Madrid: Librería General de Victoriano Suárez, 1913, pág. 231. 43  Informe del príncipe de Joinville, 10 de julio de 1844, en Gorce, P. de la: op. cit., pág. 318. 44  El Católico, 27 de julio de 1844, pág. 209; 26 de julio de 1844, pág. 200. 45  El Católico, 1 de agosto de 1844, pág. 251. Revista de Historia Militar, 116 (2014), pp. 243-282. ISSN: 0482-5748


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