Page 54

REVISTA HISTORIA MILITAR 116

54 LUIS ALFONSO ARCARAZO GARCÍA La medicina militar francesa también dispuso de publicaciones, como la monumental obra en siete tomos de Jean Colombier, titulada Medecine militaire ou Traite des Maladies tant internes qu´externes auxquelles les militaires sont exposés dans leurs différentes fonctions de paix ou de guerre. Este autor prestó una atención particular a los hospitales y a la medicina mi-litar del Ejército de tierra, publicando en 1772 un código de medicina militar y, posteriormente, en 1775 otra obra sobre higiene militar titulada Préceptes sur la santé des Gens de Guerre et Hygiène militaire, reimpreso en 1779 con el título Avis aux Gens de guerre et Préceptes sur leur santé. También hay que mencionar el libro titulado Elementos de higiene de Tourelle, traducido al español en 1801, que exponía las condiciones higiénicas de los cuarteles y navíos. En lo concerniente a la cirugía, los trabajos mejor considerados fue-ron los de Nicolás Heurtelopu o los de Pierre François Percy, que organizó la atención inmediata en el campo de batalla con carros dotados de un quiró-fano, pero sobre todo hay que destacar la gran obra de Dominique Jean La-rrey, que había diseñado una unidad sanitaria denominada Ambulancia, con tres compañías de 100 hombres al mando de un cirujano jefe, con otros 14 cirujanos y unos 25 soldados para realizar las evacuaciones con doce ambu-lancias. Hasta que Larrey diseñó la ambulancia volante, los soldados fran-ceses heridos permanecían en el campo de batalla hasta acabar el combate, de forma que la mayoría habían muerto o estaban en tan malas condiciones, que poco o nada se podía hacer por ellos cuando eran asistidos, pero aquel nuevo vehículo ligero permitió una asistencia mucho más rápida, incluso en el campo de batalla. No hay que olvidar, que Francia estuvo en guerra desde 1792 hasta 1815, motivo por el cual la cirugía militar progresó de una forma importante. El cirujano Jean Larrey fue designado director de Sanidad del ejército que penetró en España en 1807 al mando de Murat e inspector de los hospitales de Línea entre Bayona y Madrid, experiencia que resultó ser muy poco gratificante, pues tuvo que asistir a miles de pacientes afectados por el tifus y a centenares de heridos. A pesar de lo cual, pudo estudiar patologías no habituales, como el cólico de Madrid o la fiebre del vino,94 que afectaban a infinidad de soldados, lo mismo que ciertas amputaciones producidas en los miembros inferiores de sus soldados, ya que en una retirada se metieron en una zona minada por los españoles, táctica totalmente novedosa en aquel tiempo. También pudo estudiar las lesiones producidas por el frío en los soldados que cruzaban las serranías españolas, debiendo enfrentarse al trata-miento de congelaciones en las extremidades, experiencias que le servirían, 94  Para más datos ver Rojo, A.: «Dominique Larrey en España (1808-1809)», en Medicina & Historia, n.º 4, 2008, págs. 5-10. Revista de Historia Militar, 116 (2014), pp. 11-72. ISSN: 0482-5748


REVISTA HISTORIA MILITAR 116
To see the actual publication please follow the link above