Page 56

AEROPLANO 30

ción 39 volaron 13:30 horas repartidas de modo semejante mientras que sus compañeros de la 40 Promoción sólo volaron 13 horas de media. En las promociones mencionadas anteriormente los alumnos de la Escala del Aire realizaron un curso de Reconocimiento semejante pero con unas treinta horas de vuelo. Sin embargo, la tendencia volvió a cambiar y los alumnos (E.T.S.) de la 41 Promoción, en el año académico 1987-1988 volaron 31 horas repartidas en 7 horas de navegación radioeléctrica, 6 horas de navegación visual, 4 horas de fotografía, 8 de baja cota y 6 de viaje. Los 35 alumnos (E.T.S.) de la 42 Promoción realizaron 27 horas de vuelo y los de la Promoción 43 unas 30 horas de vuelo en unas llamadas prácticas de Navegación. En esos años los alumnos que realizaban las prácticas mencionadas recibían un certificado con las horas de vuelo voladas en esas prácticas. La triste realidad es que el histórico curso de Observador había desaparecido con la 36 Promoción y no había sido sustituido por nada equivalente. LOS CURSOS DE OBSERVADOR Y LA FORMACIÓN AERONÁUTICA Los observadores de aeroplano han ocupado por derecho propio un lugar destacado en la Aviación española. En las clases prácticas en la Compañía y Parque de Aerostación de Guadalajara se formaron los observadores de Aerostación que a las órdenes del capitán Gordejuela se incorporaron a Melilla en agosto de 1909. En el primer Reglamento para el Servicio de Aeronáutica Militar de 16 de abril de 1913, ya se reglaban las prácticas que los aspirantes a observadores debían realizar para acreditar las condiciones adecuadas. En el Real Decreto de 18 de septiembre de 1920 se señalaba que el personal de la Aviación militar quedaría constituido por las siguientes clases: “Pilotos aviadores oficiales, Oficiales observadores, Pilotos aviadores de tropa y personal administrativo y pericial”. En el mismo decreto se creaba el emblema de Observador de aeroplano16 y una sola Escuela de Observadores, en Madrid o en sus inmediaciones, que al final se instaló en Cuatros Vientos. El Real Decreto-Ley de 23 de marzo de 1926 creó la Jefatura Superior de Aeronáutica que sustituyó a la sección del mismo nombre. La Aeronáutica seguía comprendiendo la Aerostación y la Aviación. Dentro de Aviación se establecían dos ramas, de aire y de tierra. En la de aire se encuadraban todos los oficiales y tropa del Ejército con los títulos de: “piloto, observador, bombardero y mecánico”. El 13 de julio de 1926 se aprobó, mediante un Real Decreto, el Reglamento orgánico de la Aeronáutica militar del que la Jefatura Superior contaba con tres negociados: Aerostación, Aviación y Contabilidad. En el nuevo Reglamento se fijaban plantillas, se daban misiones y se integraba al personal sirviendo en Aviación en las escalas creadas al efecto. Simultáneamente se publicaron las escalas del Servicio de Aviación en todas las categorías. Mediante una fórmula se asignaban puntos de acuerdo a una valoración de los méritos de cada uno. Como resultado de esa valoración se establecía el empleo y puesto en el escalafón o escalilla de la escala. Los empleos eran: Jefe de Base, Jefe de Escuadra, Jefe de Grupo, Jefe de Escuadrilla y Oficial aviador. En el Reglamento se trataba también sobre personal, recompensas, uniformidad, insignias, reclutamiento, enseñanza y muchos otros aspectos de la vida y funcionamiento de las unidades. El reclutamiento de la oficialidad y de todo el personal de Aviación (pilotos, observadores, mecánicos y radiotelegrafistas) fue modificado y por ello cambiaron también los planes de estudio. El Reglamento se aplicó por primera vez en el curso convocado en agosto de 1926. En la convocatoria se indicaba que las pruebas de la oposición se harían en Cuatro Vientos donde se desarrollarían también los seis primeros meses del curso. Las escuelas de Observadores de Cuatro Vientos y de Tiro y Bombardeo en Los Alcázares continuaron funcionando como antes17. Para nutrir las escalas del Servicio de Aviación se convocaron a partir de 1927 cuatro promociones de oficiales aviadores. La instrucción que se desarrollaba en dos años, comenzaba con el curso de Observador que se iniciaba con una fase en Cuatro Vientos siguiendo con la enseñanza y prácticas de tiro en Los Alcázares. Desde allí los oficiales pasaban al curso de pilotaje completando así su formación. Los alumnos de las dos primeras promociones recibieron sus diplomas en 1929 y 1930, escalafonándose según nota de curso sin consideración a su categoría militar. La tercera y cuarta promociones de ese grupo salieron en 1931 y 1932 ya tras la reforma de la Aeronáutica realizada por el gobierno Berenguer como consecuencia de la sublevación de Cuatro Vientos. Entre los alumnos había muchos veteranos pilotos que se hicieron observadores para cumplir las condiciones para ingresar en la escala del Servicio de Aviación. REFLEXIONES SOBRE UNA TITULACIÓN HISTÓRICA En el artículo que sobre “Observadores desde el aire” se publicó en la revista Aeroplano número 28 se recogieron los orígenes de la observación desde plataformas en el aire. Primero fueron los globos, más tarde los dirigibles y los aviones. La observación desde el aire se convirtió en una necesidad operativa por la 54


AEROPLANO 30
To see the actual publication please follow the link above