Page 90

REVISTA DE HISTORIA NAVAL 127

ANTONIO TERRY Y RIVAS (1838-1900) En 1895 continúa con su labor divulgativa y escribe Compensación de la aguja Thompson, instrucciones declaradas libro de texto de la Escuela Naval y que tuvieron igualmente una gran acogida. Según aseveraciones de Ricart y Giralt, en España no había otra obra de esta naturaleza, salvo el manual práctico de Salvador Millet sobre cómo compensar el desvío de la aguja, que saldría con errores de impresión. En su obra expone, de una manera práctica y sencilla, el funcionamiento de la aguja inventada por Thompson en 1878, que por su precisión era de uso normal en todas las marinas del mundo. Antonio Terry toma de la obra de A. Collet las reglas más útiles, que él amplía y, para un mayor aprovechamiento práctico, acompaña con ejemplos. Explica también los eventuales efectos del alumbrado eléctrico sobre las agujas, según aseveraciones del físico Bottomby y Creak. La obra de Terry alcanzó una amplia difusión por «tratar el asunto de una manera magistral a la par que eminentemente técnico, siendo imprescindible para todo marino», según palabras de Antonio López Perea, profesor de astronomía y navegación (35). Otras obras de gran interés para la Marina serán El marino en el puente a la vista de tierra, publicada en 1884 y donde trata de resolver por medio de muchos ejemplos prácticos la infinidad de problemas relacionados con la situación del buque. En 1892 escribe su Guía del marino en el puente, concebida como una ampliación de la anterior y en la que introduce capítulos nuevos referentes a meteorología, derrotas, telegrafía naval, estación de señales de hora, semáforos y balizamiento. En su prólogo, Eugenio Agacino nos deja una vez más constancia de la importancia de la obra de Terry y de su inexcusable presencia en la biblioteca de todo marino: «Lo que no desconoce nadie, ya sirva en la marina militar bien en la mercante es que los libros de Terry son por su especial naturaleza el compañero obligado en las navegaciones para los que por deber las realizan y los que ocupan hoy y ocuparan siempre preferente lugar en las reducidas bibliotecas de nuestros buques». Antonio Terry fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona en enero de 1897, y de la Comisión de Meteorología Exógena y Endógena (36). Unos años más tarde, en 1899, publica junto a E. Agacino un libro relacionado con este tema y que merece especial mención: Apuntes de meteorología náutica, oceanografía y derrotas. La oceanografía y la meteorología, como ciencias, eran prácticamente desconocidas en España hasta que Vizcarrondo tradujo en 1860 la Geografía física del mar de Maury. Se puede decir que esta obra, junto a la Geografía global de Humboldt, impulsó los estudios oceanográficos. Estos estudios, aplicados a la marina, tenían una finalidad práctica y buscaban el trazado de rutas marítimas más seguras y rápidas, para lo que era necesario una investigación a nivel interna- destino a los buques, bibliotecas y demás centros de la Marina. Gaceta de Madrid, núm. 144, 24 de mayo de 1887. (35) «Compensación de la aguja Thompson», en Revista de Navegación y Comercio, año VII, núm. 172. Madrid, 30 de diciembre. (36) Boletín de la Real Academia de Ciencias de Barcelona, vol. I, núm. 15. Enero de 1897. Año 2014 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 89


REVISTA DE HISTORIA NAVAL 127
To see the actual publication please follow the link above