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167 Luis de la Corte Ibáñez ¿Hasta qué punto convergen el terrorismo global y .... tos. Tanto los talibán de Afganistán como el resto de los yihadistas de Af-Pak han complementado sus ingresos relacionados con el narcotráfico mediante su participación en operaciones de tráfico de precursores químicos para la elaboración de drogas, cannabis, armas, minerales, piedras preciosas, tabaco, madera. Los tráficos ilegales también vienen desempeñando un importante papel entre las actividades que han ocupado a las katibas o ramas de AQMI que tienen arraigo en la franja occidental del Sahel, donde las prácticas de contrabando son toda una pauta cultural. Mencionado páginas atrás, el contrabando de tabaco ha constituido una de las fuentes de financiación de AQMI incluso antes de abandonar su anterior denominación (GSPC o Grupo Salafista para la Predicación y el Combate), en especial de la katiba que hasta hace poco tiempo dirigida por Mokthar Belmokhtar, quien no por casualidad recibiera el sobrenombre de “Mr. Marlboro”44. El contrabando de tabaco es probablemente el tráfico ilícito más lucrativo de los muchos tipos que se practican en la región, por encima del contrabando de combustible, el tráfico de armas e incluso el tráfico de drogas45. En consecuencia, los beneficios extraídos por AQMI mediante el cobro de tasas a los contrabandistas de tabaco que atraviesan el desierto del Sahara no deberían ser subestimados. Por último, el escenario iraquí proporciona el mejor ejemplo sobre la implicación de elementos yihadistas en una variedad de delitos orientados a fomentar la venta fraudulenta de combustibles. Según datos incluidos en el Informe del Grupo de Estudio sobre Irak, elaborado durante 2006 y presentado al Congreso de los Estados Unidos a finales de ese mismo año, entre 15.000 y 200.000 barriles de petróleo, o quizá muchos más, fueron robados a diario en ese país durante los primeros años del conflicto abierto tras iniciarse la intervención de 200346. El origen de ese problema debe buscarse en el significativo incremento experimentado en el precio de los combustibles durante aquellos años a raíz de las restricciones presupuestarias y de suministro generados por la situación del conflicto. La consecuencia principal fue la creación de un lucrativo mercado negro a cuyo crecimiento contribuyeron todos los actores insurgentes presentes en el país sin dejar fuera a AQI ni a otras milicias yihadistas. Además de controlar varias de las rutas de distribución y exportación de petróleo y combustibles, lo que permitía imponer tasas a los contrabandistas y venderles protección, hay informes que demuestran que algunas células insurgentes colaboraron con ciertas empresas creadas con fondos ilícitos cuyos responsables acabaron siendo juzgados por haber vendido combustible robado al Estado iraquí por valores superiores al precio de mercado47. Asimismo, algunos de los ataques efectuados por insurgentes contra las infraestructuras iraquíes de distribución de 44  BILLINGSLEA, William. “Illicit Cigarette Trafficking and the Funding of Terrorism,” The Police Chief, vol. 71, nº 2, 2004; Financial Action Task Force (FATF). Illicit Tobacco Trade, June 2012. 45  DOWARD, Jamie, op. cit. 46  BAKER III, James A. y HAMILTON, Lee H. “The Iraq Study Group Report”, United States Institute of Peace, Washington D.C., 2006. 47  OEHME III, Chester G., op. cit.; WILLIAMS, Phil, op. cit.


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