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REVISTA DE HISTORIA MILITAR EXTRA COLEGIO ARTILLERIA

90 M.ª DOLORES HERRERO FERNÁNDEZ-QUESADA capacitados para asumir la dirección de la industria militar española49, res-ponsabilidad que les otorgó la Corona cuando activó el proceso de estata-lización de la industria militar española. Ingenieros, artilleros50. Este perfil del artillero ilustrado se fraguó entre los muros del Real Alcázar segoviano, con planteamientos gazolianos muy claros que basaron los cimientos del centro docente en la selección del mejor profesorado para aquellos nobles caballeros Cadetes; en el diseño de un completo plan de estudios con una fuerte fundamentación científico–técnica; y finalmente, en una dotación de ayudas para la enseñanza también excepcional reuniendo una de las mejo-res bibliotecas ilustradas para el centro, y construyendo un laboratorio de Química ya al principio de la década de los 90 que pasó a dirigir el químico francés Luis Proust51. Con esta imponente infraestructura docente, enseguida, se obtuvieron resultados sustanciados en el logro de la producción editorial propia, la pu-blicación de los primeros libros de texto para la enseñanza artillera, trabajos de investigación pioneros y traducciones muy reseñables en el panorama científico español. La capacidad de los oficiales de artillería y la solvencia del Colegio traspasaron las fronteras y pronto fueron una referencia en la Europa Ilustrada. Hasta tal punto que desde la primera promoción de Sub-tenientes de 1765 hasta la de 1808, los artilleros se ganaron un merecido prestigio que pronto tendrían ocasión de acreditar. A pesar de las múltiples dificultades con que tropezó, la primera de ella el retraso como consecuencia de la Guerra con Portugal, Gazola consiguió poner las bases para la apertura de la academia artillera, tomando decisión sobre el lugar, el edificio que lo acogería. En este sentido, la protección real se manifiesta sobremanera en la elección. Finalmente sería –en palabras del Padre Antonio Eximeno, sj, primer Jefe de Estudios del Colegio artillero– el “mejor y mas digno alcázar de su Reino”, el de Segovia, ciudad que pre-sentaba la ventaja de su cercanía a la Corte y a los Reales Sitios. En otros momentos, residencia real, aquella fortaleza–palacio, debió acondicionarse y reconvertirse para acoger la Compañía de Caballeros Cadetes. 49  CARRASCO Y SAYZ, A.: “Apuntes para la historia de la fundición de bronces en España”, en Memorial de Artillería. Madrid, 1887. 50  HELGUERA, Juan: “Las industrias artilleras en la época de Proust” en Ciencia, artillería, Ilustración. La casa de la Química. Madrid, 1992. 51  Sobre Proust en vid. GAGO; Ramón en su estudio preliminar a los Anales del Real Laboratorio… en su edición facsímil de 1992, publicada por la BCA. De la misma forma, HERRERO FERNÁNDEZ-QUESADA, Mª Dolores: “El Real Colegio de Artillería de Segovia y su Laboratorio de Química: un oasis excepcio-nal en el panorama científico español del siglo XVIII”, en Memorial de Artillería, número de junio de 1992, pp. 81-88; y en Cañones y probetas… ya citado. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2014, pp. 73-134. ISSN: 0482-5748


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