Page 39

REVISTA DE AERONAUTICA 829

75 aniversario EJÉRCITO DEL AIRE 1939-2014 “El Arma Aérea se mostró como factor decisivo en el éxito de las operaciones –dice textualmente el Alto Mando alemán en su comunicado resumen de la campaña de Noruega, publicado el 13 de junio de 1940–. Como siempre, la Aviación tomó parte activísima en la lucha terrestre, tanto entre Oslo y Bergen como entre Oslo y Drontheim. Antes de quedar restablecida la comunicación terrestre entre Oslo y Drontheim logró transportar miles de hombres de refuerzo a Drontheim. En que la heroica resistencia del pequeño grupo de Narvik se consolidase en una victoria total, así como los grandes triunfos en el teatro de la guerra occidental, se debe a la Aviación”. Y en su comunicado del 4 de junio de 1940 dando cuenta del fin de las operaciones entre Flandes y el Artois, el Alto Mando de las Fuerzas Armadas alemanas se expresa textualmente así: “Con el empleo fulminante de la Fuerza Aérea, que en pocas horas pudo obtener el dominio del aire mediante ataques enérgicos contra la Aviación enemiga, y por un gran número de acciones de sorpresa minuciosamente preparadas y ejecutadas por fuerzas selectas del Ejército y de la Aviación, fue posible, no tan solo apoderarse de los principales puentes antes de que fueran destruidos, sino también asaltar las fortificaciones, que hasta ahora el enemigo había considerado inexpugnables”. Luego de referir la intervención de las fuerzas de paracaidistas y de infantería aérea en la conquista de la “fortaleza Holanda”, la rotura de la línea del Mosa y avance de las Divisiones acorazadas hasta el mar y la reducción del cerco de las tropas belgas, francesas y británicas, que concluyó en el desastre de Dunquerque, el comunicado dice textualmente: “La primera fase de esta campaña ha terminado. El enorme éxito pudo realizarse gracias a la ejemplar intervención de la fuerza aérea, pues toda la valentía y la fuerza de empuje del Ejército solo podían desarrollarse en el espacio protegido por nuestra Aviación. Desde el primer día ella dominó el aire y destruyó las fuerzas aéreas enemigas, junto con sus organizaciones en tierra. Fuera de esto, por medio de ataques ininterrumpidos, llevados a cabo con un arrojo temerario, más el efecto desmoralizador de sus bombas y el empleo de la artillería antiaérea, nuestra Aviación apoyó directa e indirectamente al Ejército en su difícil lucha. Reconoció a tiempo las concentraciones de la Infantería y de las fuerzas acorazadas enemigas que se preparaban para contraatacar, y ayudó a aniquilarlas. Finalmente, con sus audaces exploraciones proporcionaba al Mando un cuadro vivo de la situación. A las fuerzas navales aliadas les ocasionó las más fuertes pérdidas. El abatimiento de la moral combativa de las fuerzas contrarias y la paralización del mecanismo de mando enemigo son su mayor éxito”. Análogas afirmaciones sobre la importancia decisiva de la colaboración aérea han sido hechas por el Alto Mando alemán con motivo de la reconquista de Libia y de la ocupación de Yugoslavia y Grecia, y lo mismo ha vuelto a ser reconocido y proclamado a la terminación de cada una de las grandes batallas de Rusia. En su ataque a las fuerzas inglesas de Libia emplearon los alemanes los mismos métodos que habían aplicado con éxito en todas partes: colaboración estrecha de Unidades acorazadas y bombarderos en picado y destructores. Tropas ligeras –Schnelle Truppen–, tanques, carros blindados y Unidades motociclistas, protegidas y apoyadas por la “sombrilla” de la Luftwaffe, desbordaron las posiciones británicas y forzaron a sus defensores a retirarse. En estas operaciones los alemanes comprobaron que pueden ser transportados a larga distancia por el aire toda clase de suministros para un destacamento de notable importancia. Combustibles y lubricantes para coches y aeroplanos, así como motocicletas, armas ligeras y semipesadas y muni- REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2013 989


REVISTA DE AERONAUTICA 829
To see the actual publication please follow the link above