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REVISTA DE AERONAUTICA 829

Por primera vez en nuestra historia reciente, España se hallaba presente en todos los foros y organizaciones de seguridad y defensa... ta hacer frente a situaciones de crisis, a conflictos armados de intensidad limitada de ellas derivados y a las etapas iniciales de un conflicto de mayor intensidad, y una reserva movilizable, organizada y equipada desde tiempo de paz, que deberá permitir mediante un sistema de movilización flexible y ágil, pasar gradualmente de la fuerza permanente a la fuerza prevista, en el supuesto de conflictos que requieran efectivos superiores a los permanentes. Formando parte de la fuerza permanente existirá un núcleo –la fuerza de intervención rápida– de entidad adecuada y con el máximo grado de disponibilidad, que permita al Gobierno dar una primera respuesta a las situaciones de crisis. d) Consolidar la estructura de mandos operativos para conseguir el empleo eficaz de las fuerzas militares en situaciones de crisis o conflicto y prestar especial atención a la capacidad de vigilancia sobre aquellas zonas y espacios del mayor interés. e) Racionalizar la estructura logística, unificando y haciendo interoperables sistemas, métodos y procedimientos, eliminando duplicidad y agrupando servicios comunes. f) Establecer una normativa para la obtención de armamentos, compatible con la de nuestros aliados, que permita optimizar las inversiones y programar las adquisiciones. Es de suponer que estas seis directrices de política militar se encuentren debidamente desarrolladas en el Plan Estratégico Conjunto 1994, de carácter secreto, que fue aprobado por el Gobierno el pasado 21 de abril y constituye el documento fundamental del planeamiento de la defensa militar. Los contenidos de la DDN 1/92 que acabamos de recordar muestran bien a las claras cuál es la perspectiva de nuestra estrategia de seguridad y defensa en este punto medio de la década de los 90 en que nos encontramos. Nuestro modelo de seguridad y defensa quedó definido a principios de la década, al alcanzarse los objetivos del Decálogo de Paz y Seguridad de 1984. Desde entonces, este modelo se ha ido consolidando progresivamente en un doble sentido: mediante nuestra participación activa en todas las organizaciones de seguridad a las que pertenecemos y mediante la homologación y armonización de nuestro instrumento defensivo con los de nuestros vecinos aliados. Y éstos van a seguir siendo, como se desprende de la DDN 1/92, los dos ejes principales de nuestra estrategia nacional en materia de seguridad y defensa, poniendo particular énfasis en el impulso a la política de seguridad y defensa que propugna el Tratado de Maastricht y en la adecuación de nuestras Fuerzas Armadas a los múltiples y crecientes requerimientos de actuación de que, sin duda, van a ser objeto. En este sentido, no podemos pasar por alto el dato de que la proporción de nuestros gastos de defensa respecto al PIB ocupa el último lugar entre los quince miembros de la Unión Europea, excluido Luxemburgo, cuando por capacidad económica y demográfica nos correspondería ocupar el quinto. Para completar este análisis esencial del elemento nuclear de nuestro sistema de seguridad y defensa que acabamos de realizar, hagamos ahora un breve recorrido por los elementos de carácter colectivo que lo envuelven, comenzando por el más inmediato: la defensa y seguridad europeas. LA DEFENSA Y LA SEGURIDAD EUROPEAS LA UNIÓN EUROPEA OCCIDENTAL (UEO) La Unión Europea Occidental (UEO) a la que España pertenece desde el 8 de mayo de 1990, es la única organización defensiva de Europa, bajo el control exclusivo de los propios europeos. Sus bases constitutivas actuales hay que buscarlas no solo en el Tratado de Bruselas que, en su día, le dio origen, sino también en el Tratado de Maastricht, de la Unión Europea, que es el que determina su futura configuración. De conformidad con dicho Tratado, la UEO deberá desarrollarse como componente defensivo de la Unión Europea, por una parte, y como pilar europeo de la Alianza Atlántica, por otra, y hacerse cargo ya desde el momento de la entrada en vigor del Tratado, de la elaboración y puesta en práctica de las decisiones acciones de la Unión Europea que tengan repercusiones en el ámbito de la defensa; la operación de reconstrucción de la ciudad de Mostar constituye, en esta línea, un buen ejemplo de la colaboración UEO/Unión Europea. Un conjunto de declaraciones del Consejo de Ministros de la UEO, que van desde la de Petersberg, de junio de 1992, hasta la de Lisboa del pasado mes de mayo, sirven de guía al proceso de desarrollo de la UEO y en todas ellas ha participado España de forma activa y entusiasta, siguiendo lo dispuesto en la DDN 1/92. 1030 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2013


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