INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS. LECCIONES APRENDIDAS 63 atacadas constantemente: “Más de 500 granadas de mortero habían caído en las tierras de Al_Sada al_Mousawiyah ... Toda mi tribu es prisionera en sus casas, ni siquiera podemos llevar a nuestros heridos al hospital” (Oppel, 2005, 04). En el Triángulo Suní varios sheiks ya habían ofrecido sus servicios para colaborar al orden a cambio de recibir armas, pero fueron rechazados… Demasiado riesgo. 6. LA TOMA DE CONTACTO Al llegar a Tal Afar, nuestro escuadrón de vanguardia ... se vio en un combate mayor… llamaron a la yihad por los altavoces en la ciudad y tuvimos batallas muy duras frente a 300, 400, 500 enemigos a la vez. (McMaster, 2007). Al mando del TCol. Hickey, veterano en Irak, el GCAC II se adelantó unas semanas en abril. En una zona completamente dominada por la insurgencia, fueron recibidos con tres IED en su primer convoy y sufrieron las primeras bajas, cuatro muertos y numerosos heridos, por la explosión de otro conformado por cinco proyectiles de artillería. Su trabajo inicial se centró en entender y estudiar el ambiente, el terreno en su vertiente humana y al enemigo37. Simultáneamente acometieron las operaciones de combate. Empezaron a realizar operaciones agresivas de reconocimiento y ataque en la ciudad. El enemigo, dándose cuenta de que se jugaba su base de apoyo, una base que necesitaba mantener desesperadamente, comenzó a atacar a nuestras fuerzas en gran número. Y nosotros sostuvimos combates convencionales frente a este enemigo. (Mc.Master, 13-09-05,2). AQI sufría 30 o 40 bajas en cada encuentro y cambió de táctica, centrándose en los IED, equipos de francotiradores, emboscadas y fuego de mortero. Pero se les respondió manteniendo agresivamente el contacto con los helicópteros que guiaban la persecución decisiva de unos lanceros transformados en dragones para internarse por el laberinto de casas38. Hickey entró en contacto con los sheiks. Al principio era descorazonador: la primera captación solo consiguió reclutar a tres aspirantes a policía. No se rendiría y pasaba de 13 a 14 horas semanales con los líderes, escuchando, aprendiendo39. Intentaba que sus soldados interactuasen con la población local. Recibían frecuentes denuncias falsas, y esto hacía necesario contrastar varias fuentes para evitar un exceso de detenciones, ya que el internamiento en las prisiones, verdaderos centros de adoctrinamiento, convertía a muchos simpatizantes o neutrales en insurgentes. La incorporación del grueso del regimiento (un GCAC quedaría en Bagdad) lanzó una señal de compromiso a los iraquíes. Se aumentó la presión sobre las autoridades provinciales y McMaster consiguió deponer al alcalde, sospechoso de haber filtrado información relativa a una operación que terminó en una emboscada y la muerte de cuatro estadounidenses. Mientras tanto, Hickey trabajaba a nivel local con enorme paciencia y determinación para superar la desconfianza entre chiíes y suníes. A la primera reunión de sheiks acudieron, arriesgando la vida, unos sesenta de un total de ochenta, hecho indicativo del verdadero estado de ánimo reinante entre los líderes locales. La insurgencia respondió ejecutando públicamente a varios colaboradores. Para vencer la desconfianza de los sheiks, McMaster reconoció públicamente los errores estadounidenses, a la vez que lanzaba la velada advertencia de que era el momento de decidir de qué lado estaban. Con el mismo fin organizó Fig. 9 En “la fábrica de bombas”, no era difícil preparar la llegada al GCAC II. Antes de la TOA sufrió sus cuatro primeras bajas mortales por un IED Fig.10 El GCAC II tomaría la iniciativa inmediatamente (fotografía cortesía 3rd ARC)
MEMORIAL INFANTERIA 65
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