Historia 82 MEMORIAL ARTILLERíA, n.º 168/1- junio de 2012 de El culto a Bárbara está ya extendido en Oriente y Occidente como muy tarde en el siglo IX siendo categóricamente reconocida y venerada por parte de la Iglesia, especialmente en las zonas germanoparlantes dos ventanas y la encerró en ella para que nadie pudiera verla. Bárbara rechazó la propuesta de casarse con un hombre infl uyente. Durante un viaje de su padre contrajo una enfermedad en los ojos, por lo que una cristiana de la zona le aconsejó dirigirse a Cristo. Tomó contacto con Orígenes, instructor de muchas mujeres sobre dogmas y verdades de la fe cristiana. Convertida pidió el bautismo de manos de Valentius y mandó construir una tercera ventana en su torre, en memoria de la Santísima Trinidad. Al regreso de su padre, Bárbara le declara su fe y es el comienzo de la conocida historia de su martirio y muerte fi nal a manos de su padre, quien moriría de un rayo al bajar del monte, quemándose de tal forma que no encontraron ni sus cenizas. Continúa la tradición explicando que un hombre pío enterró a la Santa en Heliópolis, poniendo la cabeza al lado del cuerpo y construyendo una humilde morada donde se producían milagros. De allí los restos se trasladarían a Roma, donde serían enterrados al lado de la tumba de San Calixto, en las catacumbas del mismo nombre. Todo esto es la leyenda (en realidad un resumen de las incontables leyendas que sobre la Santa existen). No corresponde a esta humilde aportación valorar el grado de veracidad y precisión, aunque a los cristianos nos consta que las tradiciones cristianas, que vienen de tan antiguo, son esencialmente así traspasa conscientemente los límites de lo natural. Si resumiéramos los apuntes de Nigg sobre la leyenda, encontraríamos que las leyendas son en primer lugar una fi gura del cristianismo convertida en espíritu que deben apelar al corazón y al ánimo como poemas santos de lo eterno. Y tan solo en segundo lugar, encargadas de trasmitir verdades históricas. Las leyendas sobre nuestra Santa pueden tener su origen en la zona de la Iglesia oriental en la que se encuentran un número considerable de manuscritos antiguos. Los textos originales fueron escritos en griego y parece ser que provienen de la zona de Constantinopla. En aquellos tiempos la difusión se realizaba basándose en copias en las que los escribanos realizaban modifi caciones, bien mediante añadidos embellecedores o supresión de párrafos, de forma que en la actualidad se cuentan múltiples variantes de la misma leyenda. Resumiendo las leyendas existentes se puede llegar a la siguiente situación: el acontecimiento se sitúa en tiempos del emperador Maximiano en Nicomedia, un pueblo próximo a Heliópolis. Bárbara es hija única y de extraordinaria belleza, que a temprana edad dejó de preocuparse de vanidades y comenzó a dedicarse a cosas divinas. Su padre, Dióscoro, rico y de noble linaje, que adoraba a los ídolos, intentaba preservar a Bárbara del contacto con el mundo, por lo que construyo para ella una torre con
MEMORIAL ARTILLERIA JUN 2012
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