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117 Ángel Rodríguez García-Brazales, Jorge Turmo Arnal y Óscar Vara Crespo El efecto de los desequilibrios económicos globales en la estrategia militar de los EEUU y China Ya desde antes del estallido de la crisis de 2008, el desequilibrio global que más preocupa es el déficit comercial norteamericano. Y preocupa porque es una situación en la que hay un “gran” déficit (o un “gran deudor”), que es EEUU, y un grupo de países con un “gran” superávit en la balanza comercial (y por tanto varios acreedores “pequeños y medianos” acreedores). Éstos incluyen los grandes productores de petróleo o gas (Arabia Saudita y los países petrolíferos de Oriente Medio, Rusia) y otros cuya importancia en la economía mundial se ha acrecentado y cuya balanza comercial muestra superávit año tras año. (Sobre todo China, pero también Japón). Si imaginamos que hay una única balanza comercial mundial la contraparte de todos estos superávit es el enorme déficit en la de los Estados Unidos. Las cifras han ido creciendo durante las dos últimas décadas tanto en un caso como en el otro aunque la crisis ha reducido las magnitudes y modificado algunas tendencias. Para mantener el equilibrio de la Balanza de Pagos son necesarios flujos financieros de gran magnitud que han de ser constantes en el tiempo. Si se interrumpen de forma brusca, –los llamados sudden stops- los problemas en la economía mundial se acrecentan y serían semejantes a los que a una escala más reducida están sufriendo los países del sur de Europa. Este desequilibrio asimétrico de las balanzas financieras de los países acreedores (básicamente los productores de petróleo, China y Japón) y el deudor, ha aumentado mucho en los años previos de la crisis y se ha mantenido en los posteriores, implicando una enorme movilización de instrumentos financieros de todo tipo. Además, la razón por la que los desequilibrios financieros son más peligrosos que antaño es que los flujos financieros brutos se han incrementado varias veces más que los flujos netos. Unido a ello, los déficits comerciales se financian mediante una creciente complejidad y sofisticación. El número de los agentes económicos que intervienen en los mercados crece, se utilizan tanto mercados primarios como secundarios, de derivados y otros diferentes, muchos de ellos muy opacos y muy difíciles de controlar. Por tanto cualquier problema que afecte a nivel mundial, -porque todos están conectados-, a los mercados de financiación afecta mucho a la sostenibilidad de los desequilibrios globales. Para analizar la magnitud del problema en el caso de la relación entre Estados Unidos y China presentamos dos gráficos además de los datos del comienzo de esta parte. En el primero de ellos aparece la ratio Balanza por Cuenta Corriente/PIB entre 1995 y 2007. Utilizamos la Balanza por Cuenta Corriente, que añade a la Balanza Comercial los servicios, transferencias y rentas porque es más general y modifica poco los datos. En el segundo presentamos los datos para los años 2008-2012 así como una previsión hasta 2017. Hacemos una división en 2007 porque, como veremos, por razones teóricas la crisis de 2008 debería haber producido un cambio en las tendencias.


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