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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 114

30 NICOLÁS AGRAIT CORDERO degollándolos59. La captura de efectivos enemigos también podía tener lugar en altamar, como ocurrió durante el bloqueo marítimo cristiano del puerto de Algeciras. En el verano de 1343 —el punto más tenso del cerco, con el número mayor de embarcaciones cristianas en la bahía de Algeciras y observando los puertos marroquíes—, las galeras castellanas lograron capturar varias embarcaciones islamitas. Además de obstaculizar la comunicaciones entre Granada y Marruecos e interrogar a cualquier individuo que desafortunadamente se encontrase a bordo, se recobraron cartas de los gobernantes de ambos países, incluyendo una en la cual Yūsuf I exhortaba a Abū l-ḥasan a transferir tropas a través del estrecho de Gibraltar y a unirse con él, que ya había movilizado a su ejército y estaba listo para socorrer a Algeciras60. Otra actividad importante, íntimamente ligada a la captura de agentes enemigos y el uso de la inteligencia militar, era la de desinformar. Desinformar se diferencia de informar mal —la entrega de información incorrecta, malentendida o malinterpretada—, pues consiste en distribuir intencionalmente información falsa o imprecisa para esconder u ofuscar la realidad. Esto incluye desde hacer circular noticias falsas para emboscar a un enemigo o sacarlo a la luz y presentar la mejor —o peor— cara posible al enemigo, hasta el acto de manchar la reputación de figuras específicas con el propósito de avanzar la imagen o intereses propios. Durante la anteriormente mencionada rebelión nobiliaria contra el rey sabio, don Nuño González de Lara utilizó la desinformación para inducir al rey a retirarse de la frontera. El envío de dos mensajeros con la falsa promesa de volver al servicio del monarca resultó fallido, pues los agentes reales ya habían interceptado sus cartas al emir granadino61. Más tarde, el cronista hace ver que este mecanismo no era exclusivo de los cristianos, ya que cuando se alegaba que el sultán marroquí había trasladado cien mil soldados a través del estrecho de Gibraltar, Alfonso X demostró su escepticismo sobre la exagerada cifra afirmando que no lo podía creer ya que: «costumbre es de los moros de facer cartas maestras e falsas e enviargelas unos a otros por cuidar ende sacar su pro»62. La desinformación podía ser parte también de la intriga interna, como en 59  VEAS ARTESEROS, Francisco de Asís: op. cit., p. 105, doc. 99, «Carta misiva de Alfonso XI a Pedro López de Ayala, agradeciendo la captura de los hombres de don Juan Manuel y ordenando su ejecución» con fecha de 10 de enero de 1328. GIMÉNEZ SOLER, Andrés: op. cit., pp. 551-59, docs. 450-51, «Cartas de don Juan Manuel y vasallos suyos enviados al rey de Granada y concejos de Murcia» con fecha de 16 de diciembre de 1327; «Carta de Juan Enrich al rey de Aragón dándole cuenta de la prisión de los hombres de don Juan Manuel que llevaban las cartas precedentes para el rey de Granada y concejos de Lorca y Libriella» con fecha de 31 de diciembre de 1327. 60  Crónica de Alfonso onceno: op. cit., vol. I, pp. 365, 374-75. 61  Crónica del rey Alfonso el décimo: op. cit, vol. I, p. 19. 62  Ibídem, vol. I, p. 39. Revista de Historia Militar, 114 (2013), pp. 11-40. ISSN: 0482-5748


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