tivo, áreas de descanso, almacenes, zonas de desinfección de personal y equipos, y laboratorios. El área de hospitalización cuenta con ocho habitaciones con capacidad de cuidados críticos y presión negativa con doble salto de presión. Los materiales que se han utilizado en las obras son resistentes a la degradación provocada por desinfectantes y peróxido y se ha instalado un sistema de hipercloración de agua para los inodoros y las duchas de emergencia para el personal. Tras la obra llevada a cabo, el Gómez Ulla ha pasado a formar parte de la red hospitalaria de infecciones graves compuesta por 24 hospitales de diagnóstico y ocho de tratamiento. CONTRA LA PANDEMIA Nuestros militares adquirieron mucha experiencia en la lucha contra el ébola durante la repatriación de los dos religiosos contagiados por el virus el verano de 2014: Miguel Ángel Pajares, desde Liberia, y Manuel García Viejo, desde Sierra Leona. Ambos fueron trasladados por la Unidad Médica de Aeroevacuación en dos aviones diferentes, un Airbus y un Hércules, que tuvieron que acondicionar, aislar y acomodar a las necesidades de los pacientes. Otra de las medidas puestas en marcha por Defensa fue el envío de un equipo de 20 sanitarios militares desde el hospital Gómez Ulla al Instituto de Salud Carlos III para ayudar a la plantilla que se encontraba trabajando con la auxiliar de enfermería Teresa Romero contagiada de ébola. Asimismo, comenzó a impartir cursos intensivos de capacitación sobre los equipos de protección individual al personal sanitario civil. En la lucha contra el ébola, Defensa permitió, en octubre de 2014, el uso de las bases aéreas de Morón y Rota para apoyar a los transportes que realizan las Fuerzas Armadas norteamericanas a África Occidental. En el protocolo de autorización aprobado por el Comité Especial para la gestión en España de la enfermedad por el virus del ébola, se estableció que en dichas bases no podrían evacuar ni descansar las tropas que hubieran permanecido en zonas de riesgo. En cuanto los contingentes españoles desplegados en África, Defensa mantiene estrictos controles de seguridad. Ya antes de que se desatara la crisis del ébola, nuestros militares disponían de una guía elaborada por el Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa en la que se les da una serie de recomendaciones para su cuidado personal, la educación de la población y el trato con enfermos. Elena Tarilonte Iñaki Gómez/MDE Noviembre 2015 Revista Española de Defensa 19 Hélène Gicquel El Hospital Central de la Defensa ha pasado a formar parte de la red hospitalaria de infecciones graves. El inspector general de Sanidad de la Defensa enseña las instalaciones al ministro y a la vicepresidenta del Gobierno.
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 322
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