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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL Nº 893 SEP 2015

REVISTA EJÉRCITO • N. 893 SEPTIEMBRE • 2015  43  Logística Una vez conocido que una determinada empresa va a realizar una actividad en nuestra instalación, la Jefatura de la misma, así como la empresa en cuestión deben tomar las medidas necesarias para realizar una correcta coordinación de actividades, desde el principio. Por lo tanto lo primero que se debe hacer es estudiar cada caso de forma particular y establecer las medidas de coordinación necesarias. Según la legislación, la iniciativa a la hora de establecer los medios de coordinación le corresponde al empresario titular o principal, es decir, en nuestro caso al Jefe de la Instalación. Lo habitual es limitarse a realizar una solicitud masiva de documentación, pero lo adecuado es analizar convenientemente la actividad a realizar por la empresa, y en función de ello, decidir cuáles son los medios más adecuados para proceder a la coordinación. De esta forma se procederá a realizar un intercambio adecuado de información útil entre ambos, evitando el exceso documental. Respecto a los medios de coordinación, cabe señalar que el Real Decreto enumera varios, siendo los más representativos, en nuestro caso, el intercambio de información y de comunicaciones entre las empresas concurrentes, la celebración de reuniones periódicas, la impartición de instrucciones, el establecimiento conjunto de medidas específicas, la presencia en el centro de trabajo de los recursos preventivos o la designación de una o más personas encargadas de la coordinación de las actividades preventivas3. Sobre este último se considerará preferente, aunque no sea un caso común en nuestro ámbito, cuando concurran dos o más de las siguientes condiciones, siendo necesaria una formación mínima de Técnico Intermedio4: a) Cuando en el centro de trabajo se realicen, por una de las empresas concurrentes, actividades o procesos reglamentariamente considerados como peligrosos o con riesgos especiales, que puedan afectar a la seguridad y salud de los trabajadores de las demás empresas presentes. b) Cuando exista una especial dificultad para controlar las interacciones de las diferentes actividades desarrolladas en el centro de trabajo que puedan generar riesgos calificados como graves o muy graves. c) Cuando exista una especial dificultad para evitar que se desarrollen en el centro de trabajo, sucesiva o simultáneamente, actividades incompatibles entre sí desde la perspectiva de la seguridad y la salud de los trabajadores. d) Cuando exista una especial complejidad para la coordinación de las actividades preventivas como consecuencia del número de empresas y trabajadores concurrentes, del tipo de actividades desarrolladas y de las características del centro de trabajo. Hemos señalado con anterioridad que, dentro de las obligaciones del empresario principal (Jefe de la Instalación), está el exigir a las empresas que le acrediten, por escrito, que han realizado la evaluación de riesgos y la planificación de su actividad preventiva, y que han cumplido con las obligaciones en materia de información y formación. Esta acreditación supone la obligatoriedad, de la empresa contratada, de certificar que se han realizado las mencionadas actividades pero no fija, de forma expresa, la necesidad de entregar toda la documentación resultante de estas (por ejemplo, la evaluación de riesgos laborales). Sin embargo, el Jefe de la Instalación podrá solicitarla en cualquier momento si lo considera necesario para cumplir con su deber de vigilancia. Durante esta fase por lo tanto se debe contactar con las empresas y hacer constar la necesidad de realizar la coordinación de actividades empresariales, informándolas de la persona de contacto, medios de coordinación y posible documentación, si fuera necesaria, que se va a requerir. Es recomendable que en esta fase quede constancia por escrito del compromiso mutuo de colaboración para lo cual es conveniente firmar un documento al respecto. Asimismo antes del comienzo de la actividad se debe intercambiar la información acordada. Do: Hacer Una vez realizada la planificación, decididos los medios de coordinación e intercambiada la información, tanto la jefatura de la instalación como la empresa deben tomas las medidas necesarias para llevar a cabo lo planificado, siendo parte importante de esta fase la transmisión de la información al personal al que la concurrencia pueda influir, tanto de la instalación como de la empresa.


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