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REVISTA GENERAL DE MARINA JULIO 2014

RUMBO A LA VIDA MARINA mente a la tierra firme de sus antepasados para perpetuar su prole en las siguientes generaciones, que es el fin primordial de todas las especies desde que lo vivo empezó su andadura con el primer vagido. Así, las tortugas, las aves marinas y las ponzoñosas serpientes de mar tienen que efectuar la puesta de sus huevos en lo seco. Por su parte, las focas y otáridos (lobos marinos), aparte de que pasan mucho tiempo descansando fuera del agua, se reúnen en multitudinarias parideras que hemos tenido oportunidad de estudiar en los roquedos de península Valdés (Argentina) y ocasionalmente en la Antártida, donde hemos tenido la suerte de contemplar a la multitud de adultos y subadultos no reproductores que veranean en aquellos hielos. Por tener una enorme repercusión sobre la diversidad de las especies faunísticas, conviene que recordemos que el límite entre la tierra y la mar no es el que habitualmente queda a la vista (playas, acantilados, arrecifes), sino el impuesto por las ciencias geológicas. Los continentes e islas extienden su superficie visible en una suerte de zócalo submarino, de poca pendiente, cuya profundidad media es de unos 200 metros. Se llama plataforma continental y, por estar situada en la zona fótica (donde llega la luz solar), es la de mayor productividad vegetal y por ende faunística. Las placas de deriva continental que se manejan en la teoría propuesta por Alfred Wegener, de la que se deduce, por ejemplo, que América se separa un centímetro al año de Europa, se refieren a este tipo de plataforma. El tramo más próximo de ella a la costa es la llamada plataforma costera o plataforma litoral, y las aguas situadas encima de ella constituyen la región nerítica. Las que, más mar adentro, se superpo- Zonas, regiones y sistemas marinos. Fuente Lozano, F., 1978: Oceanografía, biología marina y pesca. Ed. Paraninfo. 2014 101


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