Page 9

REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 308 JULIOAGO 2014

cuencias en el empleo, o la desconfianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas». Se mostró convencido de que el reinado de Felipe VI «será nuevamente un brillante periodo de progreso y estabilidad» y afirmó que «las Cortes Generales, como representantes del pueblo español, titular de la soberanía nacional, deben seguir siendo el centro y motor de la adaptación a las nuevas demandas de una sociedad en profundísimo cambio». A continuación, el Monarca juró la Carta Magna, tras lo cual el presidente del Congreso manifestó: «En cumplimiento de la Constitución, queda proclamado Rey de España Don Felipe de Borbón y Grecia, que reinará con el nombre de Felipe VI». Después, la Banda del Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey número 1, del Ejército de Tierra, interpretó el Himno Nacional, y seguidamente Don Felipe pronunció su primer discurso como jefe del Estado. Felipe VI inició su alocución expresando «el reconocimiento y el respeto» de la Corona a las Cámaras, desde las cuales se dirigía al conjunto de los españoles. Asimismo, «como hijo y como Rey», agradeció a Don Juan Carlos y Doña Sofía la labor que habían desempeñado durante su reinado. «Juntos desde hace más de 50 años —señaló—, se han entregado a España. Espero que podamos seguir contando muchos años con su apoyo, su experiencia y su cariño». El Rey transmitió su convicción de que la Monarquía parlamentaria «puede y debe seguir prestando un servicio fundamental a España». En este sentido, aseveró que «la independencia de la Corona, su neutralidad política y su vocación integradora ante las diferentes opciones ideológicas le permiten contribuir a la estabilidad de nuestro sistema político, facilitar el equilibrio con los demás órganos constitucionales y territoriales, favorecer el ordenado funcionamiento del Estado y ser cauce para la cohesión entre los españoles». Felipe VI consideró que, además de cumplir sus funciones constitucionales, la Corona debe «buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza». Para ello, añadió, ha de «observar una conducta íntegra, honesta y transparente». «Hoy, más que nunca — reflexionó—, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren, y la ejemplaridad presida, nuestra vida pública; y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no Felipe VI pronuncia en el Congreso su primer discurso como Rey, en presencia de los parlamentarios y otras personalidades. Don Juan Carlos coloca a Don Felipe, en el Palacio de la Zarzuela, el fajín de seda rojo que le reconoce como capitán general de las Fuerzas Armadas. Julio/Agosto 2014 Revista Española de Defensa 9 Efe/J.J. Guillén


REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 308 JULIOAGO 2014
To see the actual publication please follow the link above